Este 4 de setiembre se cumplen seis meses desde la última vez que Allison Pamela Bonilla Vásquez anduvo por Ujarrás de Paraíso de Cartago.
Todas las señales indican que la noche del 4 de marzo anterior la joven, de 18 años, fue víctima de un ataque al que no sobreviviría.
De momento, el único detenido que figura como sospechoso del crimen es Nelson Sánchez Ureña, de 28 años, algo que advirtieron desde la primera semana de julio doña Yendry Vásquez, madre de la víctima, y Rodrigo Araya, abogado de la familia.
Ante la captura del vecino de Ujarrás, la noche del miércoles, las autoridades judiciales lo interrogaron.
En apariencia, Sánchez Ureña habría soltado dónde está la muchacha. Las pistas guiaron a los detectives hasta un peñón que queda camino a Tucurrique, en la localidad de Guatusito de Cachí, a unos nueve kilómetros de la casa de Allison.
El paso por ese lugar estuvo interrumpido este jueves por más de seis horas, pues se activó un operativo de búsqueda de Allison Pamela sin éxito.
Al amanecer del 4 de setiembre iniciará un nuevo rastreo con especialistas en escalar por terrenos quebrados como en el que supuestamente habrían lanzado el cuerpo de la joven.
A la orilla del peñón llegó doña Yendry junto con sus familiares para estar pendientes sobre los resultados de la intervención policial.
Hay angustia, hay tristeza, hay lamento. La ilusión de la mamá de Allison Pamela de hallarla viva poco a poco se desvanece.
El proceso ha sido muy duro. A la muchacha la buscaron en varias ocasiones en la represa de Cachí sin ningún aporte significativo al caso; en este lapso únicamente aparecieron sus anteojos y su cédula. Vecinos han “peinado” cuanto sitio conocen y no han obtenido pruebas.
“Mi familia y yo no perdemos la esperanza. En mi corazón sé que está viva”, aseguró en conferencia de prensa en la mañana del miércoles, cuando el OIJ aún no se había movilizado.
De Sánchez Ureña lo único que se puede decir es que no tenía relación alguna con la familia de la joven a pesar de ser de Ujarrás. Doña Yendry sí confirmó que conoce a la mamá.
Como parte del proceso de investigación se determinó, gracias a una revisión minuciosa de un BMW, que estaba relacionado con la desaparición; en apariencia, en el carro hallaron un rastro de sangre.
Se presume que otras dos personas habrían participado del delito y que en el trayecto de un kilómetro que caminó Allison Pamela desde donde se bajó de un bus, en la intersección entre Cachí y Ujarrás, hacia su casa la interceptaron en el vehículo y la metieron a la fuerza.
Cámaras de seguridad captaron el paso de Allison, pero en el video no se observa con claridad quién o quiénes se le acercan. Esto ocurrió en los alrededores del restaurante La Pipiola, en Ujarrás.
Ella le envió un último mensaje de voz por WhatsApp al novio en el que le dijo que dos pintas la iban siguiendo desde un carro.
La agonía se alarga, mientras en el peñón del lamento esta historia parece que pronto acabara.