En 499 juntas receptoras de votos (JRV) distribuidas en 25 cantones, el Tribunal Supremo de Elecciones (TSE) pondrá a prueba una nueva herramienta para modernizar el proceso. Se trata de una pantalla táctil en la que se verán las candidaturas para alcaldías, regidurías, sindicaturas y concejalías de distrito.
La votación con este dispositivo comenzaría como la normal. El votante presenta su cédula en la mesa de la junta, donde verificarán su identidad en el padrón, firmará y le darán una papeleta con las firmas de los miembros de la mesa en el reverso. De ahí se dirige a la máquina, que tiene una ranura para poner la papeleta.
La papeleta tiene un chip, que en cuanto se mete en la máquina hará que muestre los partidos que participan en la elección. El votante las seleccionará presionando en la casilla que prefiera y cuando terminé el sistema mostrará la selección en caso de que quiera hacer algún cambio. Si no lo va a hacer presione el botón Imprimir.
La máquina imprimirá la papeleta con las opciones que el elector escogió. Debe doblarla con el lado de las firmas hacia afuera pues el voto se puede anular si se deja ver. Si quiere comprobar que su selección es igual a lo que se imprimió basta acercar la papeleta al dispositivo.
El votante depositará esta papeleta en la urna. Cuando cierre la votación, los integrantes de la junta la abrirán y acercarán cada papeleta a la máquina para que cuente los votos frente a los fiscales y observadores. Luego se enviarán al TSE para que se haga el conteo definitivo.
Ayuda necesaria
Las juntas receptoras de votos donde se probará este sistema son menos del 10% del total. El TSE escogió los lugares de las siete provincias donde hubo mayor participación en las elecciones municipales de 2016 y 2020. El magistrado Héctor Fernández dijo que la inversión en el sistema de $1.900.000.
De acuerdo con el TSE, este paso es necesario porque el padrón ha crecido a 3,5 millones de personas y obliga a tener papeletas más grandes pues participan 160 partidos políticos. El uso de tanto papel complica el trabajo e implica más gasto por las papeletas que se imprimen y no se usan.
A eso se suma que los auxiliares que están en las JRV trabajan hasta 14 horas, pues no tiene suplentes y los partidos políticos cada vez envían menos personas a integrar las mesas. Según el TSE el cansancio hace que los miembros sean más lentos a la hora del cierre y propicia errores al llenar las actas.






