Cuando un equipo entra a jugar con miedo a la Cueva tiene algo seguro: pierde.
Y eso le pasó a la Liga, otra vez.
Saprissa fue mucho más que los leones a pura camiseta, porque si hacemos un análisis del partido, tampoco les pasó por encima como una aplanadora.
Pero, precisamente eso, que le bastara tan poco a la S para vencer a su archirrival es algo que llama la atención y que evidencia el pobre planteamiento de Alexandre Guimaraes en el partido de vuelta de la serie final del Torneo de Clausura del fútbol nacional.
Es la muestra más clara de que el conjunto tibaseño está a años luz de los rojinegros y, ahora, a diez títulos de distancia.
Los morados son tetracampeones con una planilla modesta, sin fichajes bomba, ni tanta alharaca mercadológica. Es parte de su ADN.
Saprissa jugó este domingo 26 de mayo del 2024 con muchas bajas. Varias por lesión y otras por las expulsiones que sufrió el equipo en el partido de ida, en el estadio Alejandro Moreira Soto.
Aún con todo en contra, sacó a flote su casta de campeón, el orgullo y el poder. Nadie lo puede negar.
Ariel Rodríguez, al 15’, abrió el camino para el tetra. Luis Javier Paradela, el cubano, al 71’, puso el 2-0, y el puntillazo lo clavó Orlando Sinclair, al 88’.
La goleada de 3-0 es engañosa, pero contra un cadáver cualquiera hace fiesta. ¡Felicidades, morados!