Detrás del reguero de denuncias judiciales que le sueltan como arroz al presidente, Rodrigo Chaves, él considera que se esconde un “terrorismo para fregar”.
Así lo reconoció en una declaración pública que brindó en conferencia de prensa después del Consejo de Gobierno del miércoles 23 de agosto del 2023.
El mandatario alega que le “acusan de cosas absurdas” y sacó cuentas a mano alzada y cree que “son más de dos por mes” las que le mandan desde que asumió la administración, el 8 de mayo del 2022.
Según el Ministerio Público, Chaves cuenta con 28 denuncias, 23 en proceso de investigación, cuatro que serían desestimadas y otra con una desestimación parcial pendiente.
El presidente lamentó que haya un grupo de diputados “que no hacen oposición, hacen obstrucción, destrucción, distracción y desperdicio de recursos”. Puso como ejemplo de esta afirmación las dificultades para nombrar los puestos de la junta directiva de la Autoridad Reguladora de los Servicios Públicos (Aresep) o las 1.600 mociones que trabaron el avance de proyectos durante el periodo de sesiones extraordinarias.
También mencionó las comisiones especiales de la Asamblea Legislativa, que calificó de “espectáculo poco productivo”.
Cabe mencionar que en la Comisión de Financiamiento de Partidos Políticos se investiga la procedencia de los fondos de su campaña y en la de Derechos Humanos se investiga si él ordenó la intervención del Patronato Nacional de la Infancia (PANI) en un asunto familiar del empresario Leonel Baruch, dueño de CRHoy, medio al que Chaves ha señalado como uno de los que representa la prensa “canalla”.
“A mí me van a seguir acusando porque eso es una técnica en Costa Rica. La ley obliga al Poder Judicial a abrir una causa ante cualquier denuncia (aunque sean) denuncias frívolas, denuncias diseñadas a hacer perder el tiempo del Poder Judicial y generar noticias de los medios o incautos, que no hacen su labor, o que les gusta ser megáfonos de ese terrorismo judicial para fregar”, expresó.
El mandatario recordó que las denuncias no son de monumentales casos de corrupción como el Cementazo o la Trocha, que empañaron las administraciones de los expresidentes Luis Guillermo Solís y Laura Chinchilla, respectivamente. También advirtió que si con eso pretenden que afloje o eche para atrás “no me conocen”, concluyó.