La intervención de los policías penitenciarios en uno de los módulos de la cárcel Antonio Bastida de Paz, en Pérez Zeledón, desató la furia de 96 reos que se jamonearon cinco de los oficiales.
De acuerdo con un informe oficial del Ministerio de Justicia, uno de los agentes sufrió un paro cardiorrespiratorio debido a la golpiza que le propinaron los prisioneros y fue trasladado de emergencia al hospital Escalante Pradilla del cantón junto a otros dos de sus compañeros.
El personal médico de la cárcel le dio maniobras de resucitación al policía.
Los uniformados realizaron la requisa en el ámbito de los sentenciados en busca de drogas, armas y celulares.
“La población penitenciaria se les vino encima para impedir la requisa”, comentó la directora del centro, Yamileth Valverde Granados.
Otros cinco privados de libertad resultaron heridos y también fueron atendidos en el centro. Los hombres enviados a las celdas de aislamiento responden a los apellidos Saballos, Gutiérrez, Alvarado, Gómez y Corrales.