La cinta surcoreana Parásitos barrió en los Óscar e hizo historia en la gran noche de la entrega de premios de la Academia de Hollywood al ganar las estatuillas más codiciadas.
La historia, cargada de drama y misterio, apantalló a grandes películas como Joker, El Irlandés, Érase una vez… en Hollywood, 1917, entre otras.
Parásitos ostentaba seis nominaciones y ganó cuatro: mejor director (Bong Joon Ho), mejor película extranjera, mejor guion original y mejor película.
Es la primera vez en las 92 entregas de los Óscar que una cinta no hablada en inglés gana la categoría de mejor película.
La entrega surcoreana desarrolla una cruda realidad sobre lo difícil de ascender en la escala social en Seúl (capital).
El protagonista, Gi Taek (Song Kang-ho), se encuentra sin trabajo, al igual que toda su familia, y empieza a dar clases en casa de los Park, adinerados y en una realidad totalmente diferente.