Agentes del Organismo de Investigación Judicial (OIJ) cazaron a un tico de apellido Miranda, de 36 años, como sospechoso de participar en el asesinato de la anestesióloga sancarleña María Luisa Cedeño Quesada, de 43 años.
De acuerdo con la información que brindó la oficina de prensa de la institución, al hombre lo pegaron este sábado en un condominio en Jacó de Garabito, Puntarenas.
Miranda se habría puesto de acuerdo con el stripper nicaragüense Teodoro Herrera Martínez, de 38 años, para proceder con el crimen en el hotel de los famosos La Mansión Inn, en Manuel Antonio, Quepos.
La Policía Judicial averigua las versiones que apuntan que Herrera habría contactado a Cedeño y que la habría convencido de hacer el viaje a través de engaños.
La víctima, jefe del área de Anestesia del Hospital Cima, en Escazú, ingresó al sitio turístico el sábado 18 de julio.
Las autoridades determinaron gracias al testimonio de varios de los empleados del lugar que la noche del domingo 19 de julio, la sancarleña pidió una botella de vino y dos copas en el restaurante y las subió a la habitación 21, donde se hospedaba.
A la mujer la hallaron sin vida, envuelta en sábanas con varios golpes y puñaladas, la tarde del lunes 20 de julio, cuando el personal de limpieza tocó y nadie contestó.
Harry Bodaan, un empresario holandés propietario del hotel, publicó un comunicado de prensa este martes en el que se refirió a la agresión salvaje.
“Condenamos vehementemente cualquier género de violencia y si la causa de fallecimiento de nuestra huésped es un homicidio, el hotel hará todo lo que esté bajo su control para que el homicida reciba la sanción más severa que permita nuestro ordenamiento jurídico”, señaló parte del texto.
El stripper vivió durante un año en La Mansión Inn sin pagar hospedaje, era un hombre de confianza y colaborador cercano del magnate Bodaan y se daba una vida soñada en una de las zonas más paradisiacas del mundo.
El OIJ precisó que el nicaragüense, quien descuenta seis meses de prisión preventiva que le impuso el Juzgado Penal de Quepos, dormía en la habitación tres del complejo hotelero.