El ministro de Salud, Daniel Salas, sabía desde el 30 de marzo anterior que las 26.000 pruebas COVID-19 que le donó el Banco Centroamericano de Integración Económica (BCIE) al país venían incompletas.
Y aún así, las autoridades costarricenses aceptaron la contribución del organismo regional, no fue que se dieron cuenta de repente al revisar las muestras al aterrizar en suelo nacional, según expresó el funcionario, en conferencia virtual de este sábado 18 de abril.
Al ser consultado sobre el mismo tema, este domingo 19 de abril, en el reporte diario que brinda a la prensa, Salas cambió de versión y aseguró que tenían “conocimiento” de que a todos los paquetes les faltaba el kit de extracción.
Incluso, Salas afirmó que le hicieron la “observación” al BCIE. Ese cargamento llegó al aeropuerto internacional Juan Santamaría, en Alajuela, el 7 de abril anterior en un avión de la Fuerza Aérea Hondureña, que mandó el presidente de Honduras, Juan Orlando Hernández.
Pasaron once días para que el ministro anunciara a la población que las pruebas COVID-19 estaban incompletas, aún y cuándo era de su “conocimiento” desde el 30 de marzo; tomando en cuenta esa fecha, lo dio a conocer tres semanas después.
Lo que tranquiliza un poco es que este domingo, el BCIE aceptó donar los kits de extracción que hacen falta para aplicar esas muestras.
En este punto en particular, Salas aprovechó para reiterar que en la lucha contra la enfermedad todos debemos estar “unidos” y “no encontrar diferencias para favorecer que el COVID-19 nos gane la batalla”.
Esto a pesar de que el funcionario no fue transparente desde un inicio al tocar el tema.
El jerarca desmintió que el exviceministro de Salud, Denis Angulo, tuviera algo que ver con el trámite de la donación de esas pruebas por parte del BCIE y que eso causara su salida de la institución.
El gerente médico de la Caja Costarricense del Seguro Social, Mario Ruiz Cubillo, agregó que en estos momentos adquirir ciertos componentes químicos que se requieren para aplicar las pruebas en el mercado internacional es difícil, porque hay poca disponibilidad.
El BCIE adquirió esas pruebas en la República de Corea del Sur, de acuerdo con un comunicado de prensa que emitió la Cancillería costarricense, el pasado 7 de abril, en el que no se aclara que venían incompletas.