Un tribunal federal de Nueva York, Estados Unidos, dictó una condena histórica contra el narcoexpresidente de Honduras Juan Orlando Hernández.
El juez Kevin Castel le recetó, este miércoles 26 de junio del 2024, 45 años de prisión y cinco años más de libertad vigilada por tráfico de drogas y armas.
La Fiscalía había solicitado cadena perpetua, pero la rechazaron. Sin embargo, el castigo lo somete a una prisión de por vida, pues tiene 55 años y saldría libre hasta que cumpla 100 años.
El 8 de marzo del 2024, un jurado público estadounidense ya lo había hallado culpable de tres cargos.
De acuerdo con la acusación formal, entre el 2004 y el 2022, el exmandatario participó en una conspiración “corrupta y violenta de narcotráfico”, precisó el Departamento de Estado de los Estados Unidos, para facilitar la importación de cientos de miles de kilos de cocaína a los Estados Unidos.
Se comprobó, en audiencia, que el político recibió millones de dólares para usar su cargo público, las fuerzas del orden y el Ejército para “apoyar a las organizaciones de narcotráfico en Honduras, México y otros lugares”.
Según la acusación del fiscal federal para el Distrito Sur de Nueva York Damian Williams, JOH “protegió a algunos de los mayores narcotraficantes del mundo” como a su hermano Juan Antonio Hernández Alvarado, alias Tony Hernández, o Joaquín ‘el Chapo’ Guzmán.
El expresidente hondureño, el primero en la historia del país centroamericano en ser condenado en Estados Unidos por narco, se asoció con el exlíder del Cartel de Sinaloa y le aceptó $1 millón en ganancias. Esto ocurrió en el 2013, mientras hacía campaña electoral en la que aspiraba a su primer periodo.