Cuando todo parecía perdido y una vez más se repetía la historia de la última década, plagada de fracasos y lamentos, se asomó algo de actitud (más que de fútbol) que le permitió a Liga Deportiva Alajuelense rescatar un empate ante su archirrival, el Deportivo Saprissa.
El Clásico de este 20 de abril del 2024 fue más emocional que otra cosa en un estadio Alejandro Morera Soto que lució a reventar en la noche.
Al Monstruo tricampeón le bastó con apretar poco para poner contra las cuerdas a los rojinegros.
El primer tiempo tuvo pocas jugadas de peligro en ambos marcos, salvo un tiro de Mariano Torres, que desvió Leonel Moreira.
En el segundo tiempo, los tibaseños salieron a matar, se les vio desde que pitó el árbitro el inicio.
El León no supo cómo reaccionar ante ese vendaval y la presión surtió efecto al 53′, mediante el lateral Kliver Gómez, quien sacudió las redes en un disparo que pegó en el defensa canadiense Manjrekar James.
El Sapri “se montó” y siguió atacando, aunque en un ritmo controlado.
Al 74′, cayó el segundo en una genialidad del delantero Luis Díaz, que centró y se la dejó puesta al cubano Luis Paradela, quien la empujó suave hasta el fondo.
Era el 2-0 y por ningún lado se veía que la Liga reaccionara.
Se fue adelante desordenadamente y con más ganas, que ideas.
Al 82′, el central, Pablo Camacho, sancionó un penal a favor de los de casa.
Joel Campbell, quien tuvo un buen partido, agarró la pecosa y pateó. Engañó a Kevin Chamorro y anotó el 2-1.
El 2-2 llegó en un jugadón de Campbell, que le puso un pase de unos 30 metros a Carlos Mora, que dominó y con un toquecito la mandó a dormir.
Hubo mucho roce en el juego y prácticamente al final se armó una pelea en la que salieron expulsados Jonathan Moya y Jefferson Brenes.
Este fue el primer Clásico de Alexandre Guimaraes como técnico de la Liga.