El suero de caballos que preparó el Instituto Clodomiro Picado, de la Universidad de Costa Rica (ICP-UCR), neutraliza el SARS-CoV-2.
La medicina superó las pruebas en la Universidad de George Mason, en los Estados Unidos. El producto no se puede patentizar, porque esta es una técnica utilizada en otras partes del mundo.
De acuerdo con las autoridades, un grupo de profesionales de la Caja Costarricense del Seguro Social (CCSS) y de la Escuela de Medicina de la UCR preparan un protocolo para el uso clínico del fármaco.
La estrategia de los científicos ticos permite obtener anticuerpos que neutralizan la infectividad del virus y que podrían impedir que la enfermedad progrese en los pacientes.
“Los resultados demuestran claramente que los caballos produjeron una gran cantidad de anticuerpos que bloquean la entrada del virus en las células humanas, lo que indica que el medicamento puede ser muy eficiente y que la cantidad que se va a requerir para tratar a los pacientes sería relativamente baja”, indicó el Dr. Alberto Alape, investigador del ICP-UCR, microbiólogo y químico clínico.
La muestra la enviaron a los Estados Unidos porque son los virólogos de la Universidad de George Mason quienes tienen los laboratorios con las condiciones de bioseguridad para mantener al SARS-CoV-2 en células de cultivo.
Dicho modelo lo usaron para evaluar si las preparaciones de los anticuerpos de los rucos podían inhibir la capacidad del virus para infectar las células.
Ese centro norteamericano cuenta con uno de los laboratorios de más alta bioseguridad en ese país para pruebas con virus vivos en un ambiente con todas las condiciones de aislamiento y bioseguridad, lo que permitió demostrar que este plasma neutraliza al SARS-CoV-2 y que es 100 veces más potente que el plasma convaleciente que se obtiene de humanos.
Proceso exitoso
En los últimos cuatro meses, los investigadores del ICP-UCR usaron varias proteínas del virus SARS-CoV-2 para inmunizar seis caballos donados y así inducir al sistema inmune de estos animales a producir anticuerpos específicos.
En total, fueron cuatro inmunizaciones con combinaciones diferentes de proteínas del SARS-CoV-2 que, en ningún momento, dañaron la salud de los animales.
Posteriormente, los científicos extrajeron la sangre y separaron las células sanguíneas de su parte líquida, llamada plasma sanguíneo, el cual contiene los anticuerpos.
Luego, los anticuerpos se purificaron en la planta farmacéutica del Instituto Clodomiro Picado de la UCR y, por último, se usaron para formular y envasar el nuevo medicamento, que es un líquido inyectable.