Hay preocupación en el Ministerio de Salud por la cantidad excesiva de casos de hepatitis en los primeros siete meses del 2023.
Si se comparan las cifras con el 2022 se identifica una diferencia abismal: 323 vs. 1009. Es decir, una explosión de 686 más, un aumento del 215%.
Esta enfermedad consiste en una inflamación del hígado y los síntomas comunes son coloración amarillenta de la piel y los ojos, orina oscura, fatiga extrema, náuseas, vómitos y dolor abdominal.
La causan virus, bacterias o intoxicaciones. La infección crónica produce cirrosis, falla hepática o cáncer de hígado.
Unos 838 de los casos reportados en el 2023 son de hepatitis A, la más común en Costa Rica. Hay 101 casos de hepatitis B y 70 casos de hepatitis sin clasificar.
Salud relaciona el aumento de casos de hepatitis A con la falta de medidas higiénicas como el lavado de manos con agua y jabón, adecuada manipulación de alimentos, incumplimiento de protocolo de tos y estornudo y consumir alimentos de dudosa procedencia.
La hepatitis B se da al tocar sangre infectada o el contacto sexual sin protección. Se puede contagiar por trasplantes de órganos, transfusiones de sangre, de madre a hijo recién nacido o por usar agujas infectadas en inyecciones y tatuajes.