El viceministro de Hacienda Nogui Acosta renunció a su puesto por el perro amarrado que le brincó a la sociedad H G Bambora S. A. con Tributación Directa y la Caja Costarricense del Seguro Social (CCSS).
El funcionario figura como parte de la junta directiva de esa empresa (es el tesorero), que tenía un “piquillo” pendiente de ¢25 millones entre las dos instituciones (¢10 millones con Tributación por impago del IVA y más de ¢14 millones con la CCSS).
Acosta insistió en conferencia de prensa en el Ministerio de Hacienda, en compañía con la ministra de Hacienda, Rocío Aguilar, que se va por una “falta al deber de cuidado” y que aunque no tuvo nada que ver con los pagos pendientes “representa parte de mis obligaciones” como miembro de la junta directiva de la sociedad.
El viceministro, quien jala el próximo 15 de octubre, informó que la deuda con Tributación ya se canceló y que con la CCSS se llegará a un arreglo el próximo lunes.
“Él me comentó que al no haber atendido (el deber de vigilancia de la deuda), lo que le correspondía era presentar la renuncia. Lamento profundamente (su salida) por la calidad de persona y trabajo que ha desempeñado. No hay nada qué investigar”, afirmó Aguilar.
El negocio que administra la sociedad morosa es un bar restaurante que está frente al mar en Tamarindo, Guanacaste, que pertenece a la familia de Acosta.
H G Bambora S. A. se benefició de la amnistía tributaria que los diputados aprobaron en el plan fiscal.
“No tengo ningún control sobre la sociedad, ni siquiera soy accionista”, se defendió Acosta en la conferencia.