Greta Thunberg es una activista sueca, de tan solo 16 años, que sacudió con su discurso la Cumbre del Clima que se desarrolla en Nueva York, Estados Unidos.
“Me han robado mis sueños y mi infancia con sus palabras vacías. Y sin embargo, soy de los afortunados. La gente está sufriendo. La gente se está muriendo. Ecosistemas enteros están colapsando. Estamos en el comienzo de una extinción masiva. Y de lo único que pueden hablar es de dinero y cuentos de hadas de crecimiento económico eterno. ¿Cómo se atreven?”, manifestó la adolescente ante representantes políticos de 70 países.
"The eyes of all future generations are upon you. And if you choose to fail us, I say we will never forgive you."
— United Nations (@UN) September 23, 2019
— @GretaThunberg at UN #ClimateAction Summit. https://t.co/g4uXzT9aRM pic.twitter.com/2nBzFxsnxP
Miles de personas han aplaudido las palabras de la joven, cuya intervención se viralizó en cuestión de minutos.
Sin embargo, hay una parte de su historia que genera críticas y hasta desconfianza.
Hay poderosos intereses económicos y políticos detrás de ella que impulsan su discurso. ¿Con qué interés? Influir en personalidades con poder de decisión y capitalistas para combatir el calentamiento del planeta. Dicho en mejores palabras, hay miles de millones de dólares en juego en contratos e implementaciones de programas en defensa del ambiente.
La pieza clave en el rompecabezas es el magnate Ingmar Rentzhog, quien fundó en el 2016 la empresa We Don’t Have Time, que pretende crear una red social de más de 100 millones de miembros que impacte positivamente a los sectores que mueven el dinero de verdad.
Ya ha captado cientos de miles de direcciones de correo electrónico. Rentzhog también es presidente de un Think Tank (laboratorio de ideas e investigación) del que son miembros desde políticos socialdemócratas suecos hasta ejecutivos de grandes empresas energéticas del país.
Greta se convirtió en menos de un año en un icono mundial contra el cambio climático.
Una investigación del medio británico The Sunday Times atribuye su éxito escandaloso al impulso de los grandes lobbies y empresas energéticas verdes que usarían a la adolescente como punta de lanza para “facilitar la transición al corporativismo verde”.
La sueca se dio a conocer con su famosa huelga escolar ante el Parlamento de Suecia en agosto del 2018. El día 20 concretamente, Ingmar Rentzhog subió a su página de Facebook una fotografía de la joven y esa misma tarde el periódico Dagens Nyheter -el de mayor tirada del país- publicó su historia.
Sin embargo, The Sunday Times asegura que la historia entre los dos comenzó meses antes.
La familia de la joven ha negado rotundamente que esté rodeada de esos poderosos intereses económicos, pero hay señales que dictan lo contrario.