Un editorial del diario La Nación enojó al diputado independiente Erick Rodríguez a tal extremo que le tiró durísimo al medio de comunicación al que mandó al infierno y lo llamó “pasquín del demonio”.
El artículo titulado: “Las malas razones del Congreso” señala cómo algunos legisladores (cita a los socialcristianos Pedro Muñoz y Erwen Masís y Rodríguez) están desconectados de la realidad al mantener el voto secreto en la elección de los magistrados de la Corte Suprema de Justicia.
El tema fue el centro de un debate bastante acalorado en la opinión pública por la escogencia que hubo de dos magistrados de la Sala Tercera (Álvaro Burgos y Gerardo Alfaro Vargas, ya juramentados) y porque la semana anterior 12 diputados propusieron a Gregorio Briglia Peralta, juez de sentencia penal en el Tribunal de Juicio de San Ramón, como candidato a uno de los puestos sin haber pasado por el filtro de la Comisión de Nombramientos.
Ese último detalle generó una gran polémica, porque nunca se sabrá quiénes se sacaron de la manga ese nombre (solo Masís reconoció que lo apoyó).

Rodríguez calificó a La Nación como “mentirosa” por informar que el artículo 117 de la Constitución Política establece que las sesiones legislativas y las votaciones se rigen por el principio de publicitarlas.
“¿Dónde dice pasquín del demonio este artículo 117 de la Constitución Política que las votaciones son secretas? No sea mentirosa La Nación. Tenga vergüenza. Ellos han vendido el alma y la objetividad al Partido Acción Ciudadana”, expresó en el plenario.
La Nación cuestionó al diputado por hacer una comparación entre una votación en la Asamblea Legislativa y las elecciones nacionales en las que cada cuatro años los ciudadanos deciden quién será el presidente.
“Por otra parte, cuando el independiente Erick Rodríguez hace un símil entre el secreto del sufragio universal y el voto para elegir magistrados demuestra una sorprendente incomprensión de la más básica institución democrática. El secreto del sufragio es un sagrado y está a salvo no importa si la transparencia termina por imponerse en el Congreso”, detalla un párrafo del editorial del medio tibaseño.
Rodríguez cerró su intervención con una frase ruda: “Váyanse al infierno, pasquín del demonio”.