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De churrería en Madrid al Vaticano: periodista de Teletica cubre la muerte del Papa 

Lo que para muchos era una Semana Santa de descanso para Gabriel Pacheco Vega terminó siendo la experiencia profesional más intensa de su joven carrera. 

El periodista, de 23 años, con apenas un año en las filas de Siete días y colaborador de Telenoticias y teletica.com, de canal 7, fue el único costarricense en territorio vaticano tras la muerte del papa Francisco, ocurrida al amanecer del lunes 21 de abril del 2025. Y todo lo tomó por sorpresa.

Desde una churrería en Madrid, España, saboreando sus vacaciones en Europa, Gabriel recibió el boletín oficial del Vaticano. 

Al leerlo, supo que todo había cambiado. El papa había fallecido. La reconfirmación de lo que estaba sucediendo la tuvo al ver el televisor del local y lo que transmitía Televisión Española. “Fue como ser médico y toparse un paciente en la calle: no podés ignorarlo”, comentó desde Italia en exclusiva para ¡Qué Torta!

Lo que siguió fue una carrera contra el reloj: alertó a sus jefes, en San José, reorganizó sus vuelos, alistó su “botiquín periodístico” —micrófonos, trípode, cámaras propias y su celular listo para transmitir en 5G— y esa misma noche ya estaba volando rumbo a Roma. 

A las 2 a. m. del martes 22 de abril, hora local (9 a. m., hora en Costa Rica), estaba en las afueras del Vaticano probando señal para salir en vivo. Todo con equipo personal, porque nadie se imaginaba este giro.

El respaldo también fue clave. En Madrid, se hospedó con colegas periodistas, incluyendo a Sofía Henales, reportera de Antena 3, quien no dudó en activarse en modo producción: lo ayudó a empacar, revisó su equipo, le prestó soporte técnico y lo llevó al aeropuerto. 

“Su experiencia fue fundamental. Entendía perfectamente lo que estaba pasando. Me apoyó en todo”, agradeció Gabriel.

Una vez en Roma, tocó resolver otro obstáculo: la acreditación oficial de prensa ante la Santa Sede. 

“Es un proceso complejo y riguroso. Hay dos tipos: ordinaria y temporal. Yo ya conocía más o menos cómo funcionaba, así que le expliqué a la producción del canal y de inmediato gestionaron la acreditación temporal”, cuenta. 

A pesar del caos mediático por la avalancha de solicitudes, su nombre logró entrar en la lista oficial. Desde entonces, ha podido trabajar codo a codo con periodistas de talla mundial.

Gabriel comparte espacio con figuras como José Levy, de CNN, Carlos Alsina, de Onda Cero, y Ángeles Barceló, de Cadena SER, entre otros. 

“Verlos en acción impone. Tienen décadas de experiencia. Pero también inspira. Uno sabe que está aquí por algo y trata de ponerse a la altura. Aunque no tenga los años, sí tengo la voluntad, el compromiso y las ganas de contar esta historia como se merece”, manifestó.

“Tuve que cambiar de chip muy rápido. Estaba en modo turista y pasé a modo corresponsal en cuestión de horas. Me puse a pensar: ‘soy el único periodista costarricense despierto en este momento y esta noticia no puede esperar’”, recuerda. 

“El deber con la audiencia va primero. Uno trabaja para la gente que está en casa, que confía en que les contemos bien, claro y a tiempo lo que está pasando en el mundo”, afirma atinadamente.

Gabriel cubrirá el funeral del papa este sábado 26 de abril, a las 2 a. m., hora de Costa Rica. 

Aunque aún no se ha confirmado si permanecerá para el cónclave, su presencia ya es histórica: con apenas 23 años, está donde pocos llegan, narrando para todo un país el fin de una era desde el mismísimo corazón de la Iglesia católica.

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