*Por Manuel Benavides Barquero
Sacerdote e historiador
Un tema central en la obra del Corregidor y que le permitió crear casi que una novela se refiere a los estudios de Medicina de Pablo Alvarado, a quien llama el primer médico graduado de Costa Rica.
En torno a ese tema trata de explicar, también, la incógnita política de su última etapa en Guatemala y la desarrollada hasta el final de su vida, después de su vuelta a Costa Rica.
Se completa lo iniciado por Ligia Cavallini, quien sospechó románticamente sentimientos filántropos en Pablo Alvarado, que, compadecido de la pobreza de la sociedad costarricense, se fue a estudiar Medicina para venir a servir a sus hermanos.
¿Qué hay de cierto en esa construcción? Bastante poco, aunque al lector desprevenido lo pueda convencer un texto ligado con cierta lógica, en el que, además, aparece en mayor cantidad el recurso a las suposiciones, pero, eso sí, con autoridad subjetiva del autor.
Rastreando la vida de estudiante de Pablo Alvarado se encontraron algunos datos que pueden explicar mejor el resto de su vida después de que se introdujo en la política. Es cierto que estudió Medicina, pero no es cierto que se graduara en esa ciencia. Hagamos el recorrido.
Después de graduarse sin ningún problema de bachiller en Filosofía, inició sus estudios en Medicina.
Su primer profesor, el catedrático de prima de Medicina, Mariano Larrave, incluyó su nombre en la lista de cuatro estudiantes que se habían matriculado para el primer curso. El documento lleva como fecha el 29 de diciembre de 1810.
Gran parte de su formación médica la realizó con este catedrático, quien en noviembre de 1813 informó sobre los alumnos que tenía e indicó sobre Alvarado que era de cuarta matrícula, es decir, cuatro cursos con Larrave.
Ya que se mencionó a su primer profesor en Medicina se aprovecha para llamar la atención sobre la manía de crear un héroe relacionándolo con algún personaje que la historia ha puesto en lugar central, en vistas a engrandecer los méritos del alumno y suponer una influencia que respalda la figura que se quiere crear.
Sus biógrafos no han mencionado que gran parte de su formación médica se la dio Larrave, contrincante de Pedro Molina, a quien sí han tenido el cuidado de mencionar presentándolo como su mentor, para explicar de ese modo el origen de su posición política, aunque no siempre hay seguridad de que así haya sucedido.
Sospecha que se agranda si se tiene en cuenta que cuando Molina estuvo por Costa Rica no promovió a su alumno Alvarado en el campo de Medicina.
Parece haber cierta interrupción en los estudios de Alvarado por causas desconocidas, pues en un informe sobre los educandos que tenía Pedro Molina en diciembre de 1816 no aparece Alvarado.
Si en diciembre de 1813 ya tenía cuatro cursos y en el informe de Pedro Molina de 1818 aparece Pablo Alvarado con seis cursos, quiere decir que suspendió sus estudios de 1814 a 1816, reanudándolos en 1817.
Es bastante posible que a esta altura del tiempo todavía no hubiera terminado sus cursos teóricos, por lo menos, en la lista de practicantes en el Hospital San Juan de Dios, no aparece, según un informe de 1819.
En la próxima entrega se aclarará aún más el hecho de que Pablo Alvarado nunca se graduó de bachiller en Medicina.
*El autor es académico correspondiente de la Academia de Historia y Geografía de Guatemala. Premio Cleto González Víquez 2022, de la Academia de Geografía e Historia de Costa Rica.