La campaña extraordinaria de vacunación contra el sarampión, rubeola y paperas para menores de edad, que llevan a cabo la Caja Costarricense del Seguro Social (CCSS) y el Ministerio de Salud Pública (Minsa) desde el 1 de abril se está topando con obstáculos como padres que se niegan a que vacunen a sus hijos.
Esta campaña va dirigida a menores de entre 15 meses y 10 años de edad y se les está aplicando una dosis de refuerzo a la vacuna adicional contra sarampión, rubéola y paperas (SRP), para aumentar sus defensas. Para esto se adquirieron 560.000 dosis que costaron al país $2.131.490,63.
Las autoridades pidieron a los padres o encargados que llevaran a los niños a centros de salud de la Caja con su carné de vacunación para darles sus dosis. Para facilitar aún más el proceso el Ministerio de Educación Pública (MEP) permitió visitas de personal de salud a centros educativos para aplicar las vacunas.
Pero hay padres que se han negado a que sus hijos sean vacunados y también circulan mensajes contra la vacunación. “Están malinformando a la población cuando este es un esquema de vacunación obligatoria, tienen que vacunarse por ley y también por la protección de los niños”, dijo Anna Katharina Müller, ministra de Educación.
- Publicidad -
Por su parte, Kennly Garza, presidenta ejecutiva del Patronato Nacional de la Infancia (PANI), explicó que “si un niño ve en riesgo su derecho a la salud al no completarse su esquema de vacunación” procede una denuncia ante el PANI que investigará, hablará con la familia y hará un seguimiento para asegurar que se cumpla.
“A veces las personas se informan con fuentes inadecuadas como un TIk-tok, como un influencer, como redes sociales que no tienen ningún fundamente”, agregó Garza y recomendó acudir a los centros de salud en caso de necesitar información detallada.
La vacunación contra estas enfermedades es obligatoria de acuerdo con el Reglamento a la Ley Nacional de Vacunación. Estas enfermedades pueden provocar inflamación del cerebro, infección en el oído, neumonía o infección en los pulmones, diarreas severas, esterilidad, ceguera y muerte.