Buzos descartaron que el cuerpo de Allison Pamela Bonilla Vásquez, de 18 años, estuviera flotando en la represa hidroeléctrica de Cachí, del Instituto Costarricense de Electricidad (ICE), en Paraíso de Cartago.
Esta es la segunda vez que personal del Organismo de Investigación Judicial (OIJ) y de la Cruz Roja revisan ese lugar.
Las autoridades regresaron ante una información confidencial que indicaba que había una víctima allí.
El operativo se centró cerca de la casa de máquinas, pero después de unas cuatro horas de búsqueda suspendieron labores al no hallar un solo indicio.
En ese diligencia participaron familiares de la jovencita, quien el próximo 4 de mayo cumplirá dos meses de haber desaparecido; parece como si se la hubiera tragado la tierra.
La última vez que la vieron con vida se bajó de un bus en la noche, en la intersección entre Cachí y Ujarrás, y debía caminar un kilómetro para llegar a su casa.
Una cámara captó el recorrido de la víctima, pero no se determina con claridad quién o quiénes se le acercaron. Eso ocurrió en los alrededores del restaurante La Pipiola.
Lo único que los agentes han recuperado de la muchacha son la cédula y los anteojos.