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(Análisis) Narcobandas locales engordan billeteras al mezclar cocaína y usarla para producir crack

El tráfico de drogas golpea más en las barriadas costarricenses.

Las narcobandas locales se han fortalecido en comunidades marginales de la capital y en el Gran Área Metropolitana; el fenómeno también se presenta en algunos pueblos costeros. Es un cáncer que se ha extendido por el país.

El verdadero daño del consumo de sustancias ilícitas se refleja en la venta al menudeo.

En los últimos años en Costa Rica ya se estableció una costumbre de pago de los capos hacia las organizaciones pequeñas: entregan kilos de cocaína a cambio de recibir ayuda para mover cargamentos pesados por el país y “enfriarlos” en bodegas.

Antes los líderes locales recibían dólares por sus servicios, pero ya no; sin embargo, agradecen más que les den paquetes de droga porque les pueden sacar mucho dinero.

De acuerdo con cifras policiales, el precio de un kilo de cocaína en el país varía entre los $3.000 y $5.000. Ese mismo kilo alcanza un valor de hasta $35.000 puesto en Florida, Estados Unidos.

Sin embargo, el narco de barrio le pueda sacar mucho más plata a ese kilo de cocaína al mezclarlo y producir crack.

Es en ese proceso que el daño contra la salud de la población se potencializa y la droga hace más estragos.

El exfiscal general Jorge Chavarría, experto en crimen organizado, explicó que la adicción a la cocaína puede tardar hasta dos años y medio. Esta apreciación la hace basado en estudios científicos serios. Mientras el crack genera una adicción prácticamente al instante.

Una dosis de crack cuesta entre ¢700 y ¢1.000. Un narco puede producir tantas piedras con un kilo de cocaína en Costa Rica como para tener una ganancia de hasta $35.000. Es así como ese paquete de droga en el país puede alcanzar el mismo valor que el que llega a Florida, Estados Unidos.

El último Informe de Situación Nacional sobre Drogas y Actividades Conexas Costa Rica que publicó el Instituto Costarricense sobre Drogas (ICD) detalla que en el 2017 los decomisos de cocaína aumentaron un 19,7% con respecto al 2016.

“El 78,3% de estos kilos se incautaron en las zonas de Puntarenas y costa Pacífica. San José representa el lugar donde más eventos de decomiso se desarrollaron, seguido de Alajuela. El 94,87% de los eventos de decomisos de drogas se encontraban en cantidades de 0 a 5 gramos”, indica el reporte.

“Las incautaciones de crack del 2017 crecieron un 42%, este elemento está mediado por la incorporación de los datos de Centros de Atención Institucional (cárceles). El lugar donde más se decomisa esta droga es San José, seguido por Alajuela. El 92,48% de la droga decomisada se encontraba en cantidades de 0 a 5 gramos”, agrega el ICD.

Chavarría considera que el crack es más accesible para los jóvenes por su bajo precio.

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