Los ángeles que abrieron paso en carretera para que José Miguel Jiménez Solano llegara lo más pronto posible al Hospital Nacional de Niños tuvieron un encuentro realmente emotivo con el pequeño “milagro” en su casa, en Poás de Alajuela.
Son oficiales de la Policía Municipal de Escazú que pusieron todo su empeño en el traslado del menor, de 12 años, el pasado 21 de diciembre, en un trágico accidente de tránsito al que sobrevivió y en el que falleció el papá, Miguel Jiménez Barrantes, de 40 años.
La desgracia ocurrió en Tárcoles de Garabito, Puntarenas, en el puente Tarcolitos, cuando el hombre se habría descompensado, perdió el control del volante y pegó de frente contra un furgón.
La mamá de José Miguel, Fabiola Solano Alvarado, quedó tan agradecida que desde un principio quiso que su hijo conociera a los policías que le tendieron la mano.
Por tal razón, ella misma coordinó con el jefe de los uniformados y fijaron la visita para este 6 de enero por ser el Día de los Reyes Magos.
Los oficiales pidieron permiso para llegar con las sirenas y las luces puestas y darle un homenaje a José Miguel.
A ellos los recibieron con los brazos abiertos, se tomaron fotografías y pasaron un buen rato con el menor.
El niño “milagro” estuvo una semana internado en el centro médico. Le dieron de alta el pasado sábado 28 de enero y compartió con sus familiares el 31 de diciembre y el 1.° de enero.
Aún no puede caminar por las serias heridas que sufrió en las piernitas. La pérdida de su papá lo golpeó emocionalmente, pero para sorpresa de sus seres queridos lo asimiló bastante bien.
Al recibir el Año Nuevo recordó los momentos tan bonitos que compartió con él.
Mientras los policías compartieron con José Miguel, Fabiola se recuperaba en el Hospital de Alajuela, pues la noche del domingo dio a luz a otro milagrito, su adorada bebita Raquel.
