La Policía se paseó en el viaje ilegal de Semana Santa que iban a realizar 67 nicaragüenses hacia su tierra amada.
Ellos se montaron en el bus de una compañía que brinda el servicio privado de transporte de turistas con rumbo al puesto fronterizo de Peñas Blancas.
Otro camión era parte de la travesía; ese lo cargaron con bicicletas, lavadoras, pantallas planas y ropa, que los pasajeros les llevaban a sus familias en Nicaragua.
Oficiales intervinieron al llamarles la atención de la gran cantidad de personas que estaban amontonadas al costado norte del parque del Ministerio de Salud, pasadas las 10 a. m., de este domingo.
Al acercarse y empezar a escarbar cómo estaba el asunto los propios viajeros reconocieron que iban a visitar a sus seres queridos en el norte.
Conforme más revisaron las autoridades descubrieron que el chofer del bus que iba a transportar a los nicaragüenses no contaba con licencia y que sobrepasó la capacidad máxima.
Además, Lenón Jiménez, oficial de Tránsito que atendió el caso, precisó que los permisos de excursión se suspendieron desde el 1.° de abril anterior.
“Quien desee salir de viaje y visitar sus familias solo puede hacerlo en rutas autorizadas”, afirmó.
Esas empresas con permiso como Transnica o Ticabus solo puede hacer dos viajes de entrada y dos de salida por día, de ahí que los servicios se saturan y la gente busca otras opciones, ilegales, como esta.
Randall Picado, subdirector de la Fuerza Pública de San José, les hizo un llamado a los nicaragüenses para que se queden en casa.
“Lo mejor que puede hacer es cuidarlos (a sus seres queridos) y quedarse en Costa Rica. Igual, los de ellos que se queden allá”, expresó.
El jefe policial también les envió un mensaje a los transportistas para que no den este tipo de servicios que ponen en riesgo la salud.