El clásico del fútbol hondureño entre el Olimpia y el Motagua se suspendió por los enfrentamientos violentos de las barras de los equipos que dejaron tres aficionados muertos y ocho heridos en las afueras del Estadio Nacional de Tegucigalpa.
Los medios locales informaron que el bochinche se desató cuando miembros de la barra del Olimpia agarraron a pedradas el bus en el que viajaba el Motagua.
En el ataque los jugadores Emilio Izaguirre, Roberto Moreira y Jonathan Rougier sufrieron algunas heridas y debieron ser atendidos por personal médico.
Policías debieron emplearse a fondo y lanzaron gases lacrimógenos. Los bomberos atendieron al menos a 20 personas por el efecto del químico.
La violencia se generó antes del juego.
Tres de los aficionados heridos permanecen en estado crítico.