Si bien los pronósticos no eran muy alentadores antes de la aplicación de la Prueba Nacional Estandarizada Diagnóstica del Ministerio de Educación Pública (MEP), los resultados suman más preocupación a la realidad que se vive en las aulas.
Y es que el rezago en el conocimiento de los estudiantes es indiscutible por diversas circunstancias que se combinaron en cuestión de tres años.
Una parálisis absoluta del sistema como consecuencia de un movimiento de protesta de docentes que echó por la borda medio curso lectivo en el 2019 y para colmo de los colmos cayó la pandemia de Covid-19 en el 2020.
Es por esto que conocer que solo cinco de cada diez colegiales cuenta con un nivel intermedio o avanzado de conocimiento confirma que el escenario es complicado.
La prueba se aplicó a estudiantes de último año de colegio. Mide cómo están respecto al perfil que deberían tener al finalizar la secundaria.
En la prueba diagnóstica no se califica a los estudiantes con una nota de 0 a 100, sino que los ordenan en tres categorías: nivel básico, intermedio y avanzado.
En el segundo semestre del 2023 se aplicará otra prueba que sí se califica y se toma en cuenta para obtener el título de primaria o secundaria, pues para este año su valor equivale al 40% de la nota y el 60% restante procede de las calificaciones en el aula.
Según datos del MEP, los componentes de la prueba en que más alumnos no pasan del nivel básico de conocimiento son del área de Ciencias: Química, Biología y Física.
En contraste, en Estudios Sociales y en Educación Cívica hay más estudiantes con conocimientos en nivel avanzado.
Por otro lado, seis de cada diez estudiantes de sexto grado de primaria resultaron con un nivel intermedio o avanzado en su prueba diagnóstica, es decir un 62,4% del total. El componente de Español es en el que hay más con nivel básico.
La ministra de Educación, Anna Katharina Müller, aseguró: “Lo más importante es poder usar el resultado de las pruebas para apoyar a los estudiantes, que deben ser los beneficiados de todo este proceso”.
Müller añadió que el estudiante, el docente, el director del centro educativo, el director regional y las autoridades del MEP tienen que conocer las fortalezas y debilidades en el aprendizaje.
El viceministro académico, Melvin Chaves, explicó: “Este tipo de información nos ayuda a enfocarnos en aquellos lugares que necesitan más estrategias didácticas y metodológicas para acompañar a los estudiantes. Esta radiografía era urgente y necesaria para generar datos de todo el país”.