La escuela José Ana Marín Cubero, de San Isidro de Coronado, no tiene póliza de responsabilidad civil.
Así se desprende de un documento, en poder de ¡Qué Torta!, en el que la presidenta de la Junta de Educación, Lorely Osorio Astorga, dio a conocer esta información durante una reunión con los padres de familia de la menor, de ocho años, a la que le cayó encima el portón de la institución.
El argumento de Osorio es que la Junta “recibe menos recursos desde el 2018, por lo que no se puede contar con una póliza de responsabilidad civil”, se aprecia en el texto.
Además, les informó que durante cinco años “han velado por tener en óptimas condiciones las instalaciones”, aún y cuando este medio supo, según comentarios que le hicieron a doña Yahaira Moya, madre de la menor, que la estructura andaba fallando desde un mes antes de que ocurriera la emergencia.
La hija de doña Yahaira sí cuenta con una póliza MEP-INS, que preliminarmente cubriría los gastos médicos de la chiquita. Mientras que la joven Raquel Vargas Allard, de 20 años, quien también resultó herida en el incidente quedó desamparada.
La póliza de responsabilidad civil protege a cualquier persona de una lesión, muerte o daño (sea físico, moral o emocional).
Raquel y la menor se recuperan en sus casas, en Coronado, de los graves daños físicos y psicológicos que sufren, después de que la estructura, de más de 300 kilos, las golpeó justo cuando iban entrando a las instalaciones, el miércoles 21 de setiembre de 2022, a las 6:36 a. m.
La muchacha iba en una microbús y cuidaba a los estudiantes, por eso acompañó a la chiquita hasta la entrada, pero terminaron aplastadas, después de que un hombre empujó el portón con fuerza.
En la cita en la que se dio a conocer semejante noticia estaban presentes otras autoridades como Gener Mora Zúñiga, director regional San José Norte; Jesús Chacón Lizano, director de la escuela; Luis Rojas Méndez, supervisor del circuito 06, y Meylin Vargas Varela, de supervisión de ese circuito.
A doña Yahaira le indicaron que le “ayudarían” para traslados a citas, por ejemplo, y que incluso, podrían hacer hasta alguna actividad para obtener fondos y darles el dinero para que puedan cubrir algunos gastos.
Sin embargo, eso no es suficiente. La niña perdió varios dientes, otros se le astillaron en el cielo de la boca, debieron operarle el paladar y realizarle una cirugía reconstructiva en la nariz. Además, los impactos emocionales son terribles: se siente triste, está preocupada por perder clases, no puede comer y se queda ida y solo pregunta por qué le tuvo que pasar eso a ella.
Debido a las lesiones sufridas, la menor requerirá procedimientos que pueden prolongarse por mucho tiempo, como es el caso de los dientitos que perdió. De hecho, la menor estuvo durante algunos años bajo tratamiento odontológico por una condición llamada mordida invertida y todo el tiempo y la plata que invirtieron se perdió con esta situación.
Por si fuese poco, a la señora le dijeron que si la contacta algún medio de comunicación debe decir que la coordinación con las autoridades educativas ha sido “expedita, oportuna y eficaz” y hasta le insinuaron que si interpone algún proceso legal puede perder la “ayuda” que le están brindando.
“Siento que sí hay una responsabilidad, fue el portón de la escuela el que le cayó a mi hija y hago responsable al centro educativo por lo que le está sucediendo”, indicó la señora.
A la mano de Dios
Doña Gladis Allard resiente que ni siquiera tuvo una actitud de empatía por parte del director de la escuela, Jesús Chacón Lizano, quien le insistió en que era un “accidente aislado” y que si fuera un hijo de él también estaría asustado, pero que “por suerte no pasó a más”. Ni siquiera le ofreció una disculpa y se comportó como si lo que pasó fuese cualquier cosa.
Raquel recibió 27 puntadas en la frente, pues el golpe del portón se la abrió por completo, pero, además, no puede dormir, tiene miedo y siente temor de que con el pasar de los días más secuelas físicas o emocionales aparezcan, porque las heridas que sufrió fueron tan graves que asegura que está viva de milagro..
“La escuela no se va a hacer cargo. Buscamos al director y dijo que no se harían cargo de nada porque no tienen presupuesto para pagar una póliza de esas (de responsabilidad civil). Lo que pasó no es algo leve y vamos a proceder como se tenga que proceder”, dijo doña Gladis.
Pero lo que más indigna a madre e hija es que lo que ocurrió no fue un accidente, como lo quiere hacer ver la escuela, pues según dice Raquel ese portón estaba en malas condiciones desde hacía dos semanas antes, aproximadamente, por lo que para ella es negligencia.
Después de lo sucedido, los portones de la escuela fueron intervenidos, de hecho, hay uno, que no fue el que cayó, al que reforzaron porque se le notan pegas frescas de perlin, que constató un equipo de ¡Qué Torta!, el sábado 24 de setiembre del 2022.
Este medio volvió al centro educativo este martes 27 de setiembre, al mediodía, para conversar con el director, pero un guarda le indicó a la periodista que el señor se encontraba ocupado y que el único encargado de la escuela era el MEP.
Se le indicó al guarda que por algo Chacón es director, pero aseguró que él no tiene que ver con lo ocurrido. Minutos después el director salió, pero no quiso dar declaraciones.
También se acudió a supervisión del circuito 06, que se ubica dentro de la escuela, pero tampoco quisieron referirse al caso y manifestaron que por ser un caso muy delicado, “solo el MEP puede referirse”.
Desde el lunes 26 de setiembre se enviaron varias preguntas a la oficina de prensa del MEP, sin embargo, no han respondido nada al respecto.