El exdefensor hondureño de Liga Deportiva Alajuelense Henry Figueroa sobrevivió a un ataque a balazos cerca de la entrada al residencial Las Uvas, en Tegucigalpa, capital de Honduras.
De acuerdo con el reporte del diario El Heraldo, de ese país, varios desconocidos dispararon contra el futbolista mientras se desplazaba en una camioneta.
Las autoridades desconocen el motivo del atentado. Los gatilleros viajaban en una motocicleta y se dieron a la fuga.
La salida de Figueroa del club rojinegro se dio en medio de la polémica.
La novela inició cuando el equipo le dio permiso para viajar a Honduras porque, en apariencia, se le había muerto la abuela.
Esa noticia se supo al final del segundo partido de la segunda fase del torneo Apertura, que Alajuelense perdió ante Herediano en el estadio Alejandro Morera Soto.
Precisamente, la Comisión Antidopaje de la Fedefútbol lo escogió ese día para que se sometiera a la prueba, pero lo sustituyeron por otro jugador manudo.
La junta directiva de la Liga solo le dio dos días de permiso al zaguero para que arreglara las cosas en Honduras, pero se incorporó a la Liga seis días después del tiempo establecido (es decir, tomó ocho en total).
El catracho no jugó la final contra Herediano, ni siquiera recogió la medalla de subcampeón.
Los manudos anunciaron la salida de Figueroa la última semana de diciembre por mutuo acuerdo.
En una entrevista con el Diario Diez de Honduras, el hondureño reconoció que su abuela estaba viva y que todo fue parte de un malentendido.
Así mismo, aseguró que viajó de emergencia a su país porque su familia corría peligro, había sido amenazada y estaba preocupado por su seguridad.
Aún se desconoce el destino final de Figueroa. Se rumora que tiene la posibilidad de incorporarse al Municipal de Guatemala.