Ricardo Alem León le confesó al área de Psicología del Instituto Nacional de Criminología (INC) su temor de morir en prisión y la tristeza por el tiempo que perdió encerrado.
El INC le concedió el beneficio de libertad condicional el 9 de diciembre del 2019, lo pasó de la cárcel de San Rafael de Alajuela (CAI Luis Paulino Mora Mora) al semiinstitucional San Agustín, en el centro de Heredia, y solo debe presentarse a firmar cada lunes.
Alem hizo la solicitud del cambio en cuatro oportunidades hasta que finalmente se la aprobaron el 8 de octubre del 2019, se la comunicaron el 4 de diciembre del 2019 y la hicieron efectiva cinco días después.
Gustavo Solórzano, subdirector del INC, enumeró las razones por las que se tomó la decisión, entre ellas, por haber cumplido más de la mitad de la pena (descuenta una condena de 20 años por narcotráfico que finaliza el 30 de julio del 2023), por su buen comportamiento en el centro penal y por haber cumplido al pie de la letra el plan de atención profesional.
Solórzano afirmó que los profesionales notaron “mejoras en su forma de comunicación y en el control de emociones”.
Alem trabaja como asistente y contador en un negocio, en Heredia.
Pasado oscuro
Su historial judicial siempre ha estado bajo la sombra de la polémica.
El próximo 15 de febrero cumplirá 66 años, 21 de ellos ha permanecido en la cárcel por narcotráfico.
En 1995, agentes antidrogras de Miami, Estados Unidos, probaron que trasegó 15 kilos de cocaína. Lo sentenciaron a nueve años de cárcel por ese delito. En el 2001 fue repatriado para cumplir la condena. En el 2005 obtuvo la libertad condicional y la sentencia finalizó en el 2007.
En el 2008 cayó con un cargamento de 35 kilos de cocaína que estaba en una bodega en La Uruca, inscrita a nombre de una de sus sociedades.
Desde ese momento permaneció tras las rejas, lo acusaron de manejar una red narco dedicada al almacenamiento y envío de cocaína a Europa, a países como Alemania, y en el 2010 lo hallaron culpable por narcotráfico. Le impusieron una condena de 20 años.
Alem tuvo una carrera política notable y ejerció el cargo de representante de Costa Rica ante el Banco Centroamericano de Integración Económica (BCIE) en el gobierno de Óscar Arias (1986-1990).