Los 2.479 reos extranjeros que están encerrados en la cárceles del país tienen la opción de comunicarse por videollamada con sus familiares.
El gastó en equipo tecnológico fue de ¢108 millones que está habilitado en siete cárceles del país: Liberia, Nelson Mandela (San Carlos), Antonio Bastida de Paz (Pérez Zeledón), Jorge Arturo Montero (San Rafael de Alajuela), Gerardo Rodríguez (San Rafael de Alajuela), Vilma Curling (Desamparados) y San José (“Sansebas”).
El proveedor de los equipos es la empresa Conectividad. Este proyecto se financió con recursos del fondo social migratorio, de la Dirección de Migración y Extranjería.
El privado de libertad que desee contactar a algún familiar deberá pedirles permiso a las autoridades, facilitarles el número y un correo electrónico.
Los encargados se contactan con la embajada que corresponda para que localice a la persona y se coordine día y hora de la videollamada.
A través de la sede diplomática se le envía a la persona un link con la invitación a la conversación. Una vez concluida, el link expira. El sistema cuenta con su propia fibra óptica, independiente de otras redes de comunicación. Esto eleva su nivel de seguridad y la calidad de la llamada.
“La finalidad de este sistema es de carácter de integración de los migrantes en Costa Rica en conflicto con la ley penal, pero a la vez facilita el cumplimiento de intereses de carácter humanitario, como el acercamiento a sus familias que, aunque no hayan tenido nada que ver en el ilícito de la persona, también sufren las consecuencias”, explicó Walter Corea Quirós, director de la Unidad de Repatriaciones del Ministerio de Justicia y Paz.
En un boletín de prensa, la institución precisó que hay tres puntos de contacto confirmados con las Embajadas de Corea, Ecuador y Brasil, por lo que solo los privados de libertad de estas nacionalidades tienen el servicio habilitado.
Justicia envió solicitudes a unas 35 embajadas, entre ellas las de Estados Unidos, Venezuela, Sudán, Rumanía, China, Perú, Colombia, Líbano y Rusia.