Es un caso complejo en el que, a kilómetros se nota, que las autoridades de la escuela de San Vicente de Cartago no saben cómo tratar, pero deben enfocarse en responder de la forma apropiada si se vuelve a presentar algo similar.
Y para muestra es la resolución de la Sala Cuarta que regaña a la directora del centro educativo, de apellido Cruz, por haber retenido a un chiquito de 11 años durante seis horas en la oficina.
El asunto se las trae porque, aparentemente, el estudiante protagonizó una discusión en la escuela y les sacó un cuchillo de cocina a sus compañeritos.
Sin embargo, es un niño que padece de trastornos del espectro autista (TEA), de acuerdo con el argumento de la madre, que presentó un recurso de habeas corpus ante el alto tribunal.
La señora alegó que esto ocurrió el 22 de setiembre del 2023. Ella fue a recogerlo a las 9:40 a. m., pero en el centro educativo se pusieron rejegos y dejaron que saliera hasta las 4 p. m., por, supuestamente, amenazar a los estudiantes con el arma y debían aplicar un “protocolo” de atención para estas situaciones.
La madre del niño presentó el recurso contra el Ministerio de Educación Pública (MEP), el Ministerio de Seguridad Pública (MSP) y el Patronato Nacional de la Infancia (PANI) por “privar de su libertad a un menor, recluirlo en un recinto aparte y prohibirle a su madre acceder a verlo o a representarlo en el ejercicio pleno de su patria potestad”.
La señora también explicó que los compañeritos, presuntamente, lo acosaban y golpeaban. Justificó que su chiquito llevara un cuchillo de cocina a la escuela “cansado de que le peguen”. Ella explicó que no se dio cuenta.
Los magistrados declararon con lugar el recurso únicamente con respecto a la escuela y le advirtieron a la directora Cruz no volver a hacer esto. En tanto, el Estado pagará por daños y perjuicios a los afectados.