Marcelo Castro le dice adiós a Telenoticias, la que considera su primera casa durante 35 años, y el lugar donde recibió un apoyo incondicional en uno de los momentos más difíciles de su vida.
Corría 1996 y la sociedad costarricense era mucho más conservadora que la de ahora.
Para uno de los periodistas estelares de canal 7 que un equipo del noticiero se lo encontrara en la cobertura de una redada policial en un bar gay, en San José, era como si le cayera el mundo encima.
Eso marcó su vida para siempre, porque abrió la puerta para que reconociera públicamente su homosexualidad. Fue una etapa que enfrentó con madurez y que asegura que con el paso del tiempo le dejó grandes enseñanzas.
Considera, sin titubear, que se ha ganado el respeto hasta de quienes son homofóbicos.
A las vísperas de sus 60 años (los cumple el próximo 7 de diciembre), el jefe de información de Telenoticias hizo un repaso con ¡Qué Torta! de su vida personal y profesional.
-¿Cuándo tomó la decisión de dejar Telenoticias?
-Desde hace bastantes años, era una decisión madurada. Comencé a trabajar desde muy joven por venir de una familia humilde. Recuerdo que a los 12 años iba a los cafetales a recoger café con mi madre y mis hermanos. Gracias a eso compré los uniformes de la escuela y alguna ropa para Navidad.
A los 17 años formalmente trabajaba. Tengo 43 años de cotizar para la Caja y desde hace 10 años empecé a madurar esta idea dado que el trabajo es muy intenso, genera mucho estrés.
-Pilar Cisneros asegura que usted es la única persona del canal con la que mantiene contacto desde su retiro. ¿Qué criterio le merece?
-Doña Pilar fue mi primera profesora de Periodismo en la Universidad de Costa Rica (UCR) en el curso de Introducción al Periodismo. Luego se dio la casualidad de que fuéramos compañeros (en dos periodos 1987 – 1994 / 1998 – 2013) y de ser amigos. Fue una experiencia maravillosa, de ella aprendí muchísimo. Doña Pilar con esa calidad humana que le caracteriza dice que aprendió mucho de mí porque cuando ella llegó dice que no sabía nada de televisión. Ya yo tenía algunos añitos aquí.

-¿Qué es lo que más va a extrañar del canal?
-Voy a extrañar la relación humana que he desarrollado aquí en la empresa, no solo con el departamento de Telenoticias, que es uno de los tantos departamentos del canal.
Conozco decenas de personas con las que me cruzo en los pasillos de la empresa y con los que siempre me saludó cálidamente con un abrazo, con un apretón de manos. Es parte de lo que voy a extrañar. Canal 7 ha sido mi primera casa por 35 años.
-¿Qué es lo que más lo ha enojado?
-Me enojan mucho las injusticias, la corrupción, cosas que dañan a las mayorías, a las masas. Cosas que se hacen pensando en el beneficio propio y no en el de las mayorías, pese a que entrecomillas esas personas que cometieron esos actos hablaron de que actuaban al servicio de la sociedad.
-¿Cuál ha sido el momento más dramático de su carrera?
-Me marcó mucho un acontecimiento que ocurrió en 1996, cuando con tres amigos más estaba en una disco gay, muy conocida en San José, que se llamaba Deja Vú.
Ahí estaba al ser la medianoche y se dio una coincidencia muy extraña. Era un sábado, casi a la medianoche y llegué a ese lugar y justamente llegaron a ese lugar por esas coincidencias de la vida cámaras de Telenoticias y además había una redada muy fuerte de la Policía.
Ese acontecimiento me marcó para siempre. De hecho fue algo que estuvo a punto de truncar mi carrera, dichosamente no fue así, lo que me fortaleció mucho y me dio muchas enseñanzas. Obviamente pasé por momentos muy incómodos.
Se quiso hacer mucho escándalo de mi presencia en ese lugar, cuando la Policía estaba buscando drogas. Yo no tenía drogas, ni nunca las he consumido, pero por el hecho de ser gay y de estar en un lugar como esos el acontecimiento me marcó para siempre.
-¿Qué repercusión tuvo en su vida personal y profesional?
-Tuvo repercusiones primero negativas y creo que después positivas porque si uno no saca enseñanzas y no madura de acontecimientos como esos todo es en vano. En realidad en un principio sí fue un shock muy grande y también la empresa en cierta forma no sabía qué hacer en ese momento, ni cómo reaccionar.
La única persona que realmente actuó con mucha madurez y con mucha cordura fue el desaparecido periodista don Guido Fernández, a quien siempre le agradeceré que me tendió la mano. Una persona con un gran sentido de la tolerancia. Me respaldó en eso, habló con la junta directiva del canal y gracias a la intervención de don Guido me ofrecieron apoyo y me dijeron que si necesitaba y lo quería podía ir a un psicólogo que el canal me pagaba.
Tuvo otra parte positiva en mí que fue reconocer abiertamente mi condición y hacerlo público, lo que era en ese momento impensable en Costa Rica. Es un hecho histórico que creo que no solo me marcó a mí, sino a la comunidad sexualmente diversa de este país.

-¿En algún momento de su carrera lo afectó su preferencia sexual?
-Siento que salí fortalecido. Siendo una persona con más confianza en mí mismo y con más madurez.
En algún momento, cuando se empezó a soltar el escándalo sentí que probablemente el mundo se me venía encima, que eso me iba a afectar y hasta uno no lo piensa dos veces en que debe salir corriendo. Tuve una fuerza interior que me impulsó a mantenerme en pie.
Cuando uno tiene la convicción de que no está haciendo nada malo, ni está cometiendo ningún delito las demás personas reaccionan bien y lo apoyan y eso fue lo que yo logré, ese apoyo.
Probablemente si a mí me encuentran droga en mis bolsillos en ese operativo probablemente la empresa me hubiera dicho que me fuera.
-¿Cuál fue la polémica que hubo con el padre Minor cuando usted le escribió una carta que salió publicada en la Teleguía de La Nación (en el 2000)?
-Yo ya había reconocido públicamente mi orientación sexual. Ya se había pasado la página.
Fue un tiempo en que el padre Minor tuvo mucho auge en Costa Rica, en sus programas de radio, incluso en espacios que tenía en canal 7 y recuerdo que hizo un acto masivo aquí en La Sabana donde convocó a miles de personas creyentes católicas seguidoras de él.
En parte hizo una crítica muy fuerte, una crítica mordaz a la homosexualidad y dándole a entender a la sociedad que no quería drogadictos, ni homosexuales, incluyó todo.
Esas críticas eran muy comunes en él. Entonces, en algún momento tuve como esa chispa de decir porqué no mandarle un comentario, una nota diciéndole que si no se daba cuenta el daño que les hacía a las familias, de que divide familias, de que provocaba que adolescentes fueran expulsados de la casa, echados de la casa simplemente por aceptar su condición, por aceptar su orientación sexual.
Redacté la carta, la carta quedó bastante bien, incluso no muy ofensiva, pero diciendo realidades. Por esas cosas de la vida se la mostré a Rogelio Benavides, quien en aquel momento era el editor de la Teleguía y me dijo que si lo autorizaba la hacía pública y quedó como una carta pública.

Recuerdo que eso salió un domingo y en la tarde fui con una amiga al cine a tomar café y la gente me paraba y me decía felicidades, qué valentía la suya por esa carta.
De hecho, el padre llegó al canal, porque grababa programas. En algún momento me saludó, nunca se enojó conmigo. Llegó y me dijo que debíamos conversar sobre ese tema, pero por alguna razón la conversación nunca se realizó.
Solo sé que a un amigo en el canal le dijo: ‘Qué tirada con esa carta, si algo debo reconocer es que todo lo que dijo Marcelo no es ninguna mentira’.
-¿Qué es lo primero que quiere hacer al jubilarse?
-Tomar un descanso, pienso que me lo merezco. Un descansito largo de un par de meses. También hacer un viaje que tengo pensado para fin de año con mi pareja y con un amigo.
Luego seguir para adelante con proyectos nuevos. La vida no se detiene, lo interesante es que uno pueda hacer cambios que le generen una nueva energía y pensando con algunos proyectos que se pueda ayudar a la gente, se pueda colaborar con la juventud. Me gusta mucho el tema de la motivación.
-¿Cuál ha sido la entrevista que más lo ha impactado?
-Los temas que más me han impactado son cuando fui a lugares donde había tragedias y donde pude hablar con la gente del pueblo, donde me contaron sus problemas, sus experiencias de vida, el dolor que vivieron en una tragedia.
Tengo guardada en la mente una entrevista con una señora en Managua (Nicaragua), de unos 75 años, que me encontré de casualidad en el camino. Fui a cubrir unas inundaciones que habían afectado mucho a la gente, no recuerdo si había sido producto de un huracán, y recuerdo a esa mujer no solo la forma en cómo narró el dolor que vivía, no solo los sentimientos que expresó sino también el amor con el que nos trató al camarógrafo y a mí.
-¿Lo pensó mucho al dar a conocer su relación con Johnny (López, periodista de canal 7)?
-Fue algo muy natural. Todo el mundo lo asimiló y respetó. Johnny había entrado a practicar en la web y lo dejaron trabajando. Doña Pilar antes de irse se puso a montar Más que Noticias, necesitaba alguien que le ayudara con redes y se lo llevó. Luego él empezó a reportear. Nosotros estamos juntos desde el 2010.