El presidente ejecutivo de la Refinadora Costarricense de Petróleo (Recope), Juan Manuel Quesada, tiró la responsabilidad del aumento en el precio de los combustibles a la Autoridad Reguladora de los Servicios Públicos (Aresep), porque la metodología que usa presenta errores.
Los nuevos precios que anunció la institución implican un garrotazo de ¢71 en el litro de diésel, ¢36 en el de gasolina regular y ¢23 en el de gasolina súper.
Quesada comentó: “Para este nuevo ajuste, lo que correspondía en realidad era que no subieran las gasolinas y que el diésel sufriera tan solo un leve aumento”.
En su estudio tarifario, Aresep observó los precios en el mercado internacional del 11 de agosto al 7 de setiembre del 2023. Durante ese periodo, el precio del diésel estuvo entre los $124 y $132 por barril, mientras que las gasolinas se compraron a precios menores.
El jerarca de Recope explicó: “El problema radica en que al momento de fijar las tarifas en periodos anteriores, meses atrás, la Aresep en lugar de utilizar facturas ha venido haciendo estimaciones que no se ajustan a la realidad y ahora va a tener que venir a enmendar esas diferencias”.
Quesada recordó al público que en varias ocasiones desde Recope se ha solicitado a Aresep que cambie su metodología para no afectar a los consumidores.
“Estas son cosas que se pudieron haber corregido fácilmente; sin embargo, meses después, Aresep no ha logrado solucionarlo”, resaltó el jerarca.