Los asesinos de siete personas que fallecieron calcinadas en un incendio en una cuartería en la ciudadela La Carpio bañaron de gasolina el portón y la cochera; luego lanzaron un fósforo y provocaron una explosión “sorda” que causó la desgracia.
Durante la revisión que realizaron los perros de la Unidad Canina del Organismo de Investigación Judicial (OIJ) detectaron seis marcas de combustible en el lugar de origen del fuego.
Tal como lo adelantó ¡Qué Torta!, el sábado anterior, el incendio fue provocado y la causa fue intencional.
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Uno de los detalles que más llamaron la atención de los investigadores es que se toparon con rastros de gasolina de forma vertical (de arriba a abajo); por tal motivo descartaron que la microbús que se encontraba estacionada en la cochera presentara alguna fuga de combustible que sirviera como fuente de ignición.
Incluso, identificaron que unas láminas de cerámica en posición vertical estaban bañadas en gasolina.
De acuerdo con las primeras versiones de las autoridades, todo sería parte de una venganza de una pandilla contra Orlando León Castillo, de 75 años, dueño de la propiedad y quien perdió la vida en la emergencia.
Las otras seis personas que murieron son:
- Grace Molina Fernández, de 50 años.
- Inés del Socorro Lara Carmona, de 31 años.
- Melany Fabiola Chamorro Molina, de 23 años.
- Una niña, de tres años.
- Un niño, de dos años.
- Rafael, nicaragüense cuya edad aún no ha sido determinada.
En apariencia, León Castillo tenía la costumbre de comprar artículos de dudosa procedencia a vecinos. Incluso, en un bar que administraba dentro de la propiedad, la noche antes del infierno, una persona advirtió que algo sucedería en ese lugar.
Ocho personas salieron a tiempo y sobrevivieron al incendio.