El presidente de Guatemala, Alejandro Giammattei, barrió con los lujos que disfrutaban los reos de la cárcel Pavoncito, ubicada en el municipio de Fraijanes, en el centro del país.
El operativo lo dirigieron guardias de la Dirección General del Sistema Penitenciario (DGSP), agentes de la Policía Nacional Civil (PNC) y fiscales del Ministerio Público (MP), quienes descubrieron que los privados de libertad se daban una gran vida tras las rejas.
“Se acabaron los privilegios en la cárcel, he ordenado que les quiten todos los lujos a los reos de Pavoncito, no permitiremos que continúen viviendo con estas comodidades. Hemos sentado las bases para la reforma del Sistema Penitenciario, el programa de trabajo será una realidad”, tuiteó el mandatario.
En una de las habitaciones, los oficiales hallaron una cama matrimonial con refrigeradora, televisores y todas las comodidades a la que ni siquiera tiene acceso una trabajador con un ingreso promedio en Guatemala.
Las autoridades decomisaron, en los sectores 15 y 17, seis televisores, cinco refrigeradoras, seis bocinas, cuatro ventiladores, cinco cocinas eléctricas, un microondas y un tostador, siete receptores de señal, 21 celulares y cuatro memorias USB.
Además, un enrutador para señal de Internet, un cargador para enrutador, tres radiotransmisores, dos pesas, una bolsa con cocaína, una cuchilla, un control de consola de videojuegos, cargadores para celulares y botellas de licor.
En la cárcel había varios perros de raza, utilizados para crianza y posterior venta; los reos ganaban más de $3.000 al comercializar cada ejemplar.
Giammattei reveló que algunos prisioneros pagaban entre $21.000 y $52.000 para tener esos beneficios que les permiten vivir con lujos dentro de este centro de detención, en cuyos sectores están los procesados por narcotráfico.