La presidenta del Patronato Nacional de la Infancia (PANI), Patricia Vega, se va del cargo harta del desorden y la negligencia que padece la institución.
Así lo anunció en una rueda de prensa en la que se le notó totalmente convencida de la decisión; tanto así que deja el puesto este jueves.
Parece que se va corriendo impulsada por el último caso de violencia que ha conmovido al país; el asesinato de una niñita, de cuatro años, a quien hallaron muerta dentro de la casa, en Tuetal Sur, de San José de Alajuela, este miércoles en la mañana.
Vega reconoce que su espacio político se acortó a raíz de las críticas ácidas que circulan desde que se dio a conocer el caso desgarrador de la pequeña, quien tenía moretones en todo el cuerpo, la nariz fracturada y un golpe en la frente.
“Una persona debe saber cuando llegó el tiempo de que ya no es el momento de seguir. No voy a seguir haciendo ruido”, afirmó.
La funcionaria calificó al PANI como una “institución anticuada”, que todos los expedientes están en papel y se deben digitalizar.
Su criterio se reforzó al descubrir cómo una funcionaria no atendió como debía la denuncia de maltrato que llegó a la oficina del PANI de Alajuela con respecto a lo que vivía la pequeña en su hogar, en Tuetal Sur.
“Hubo una alerta clara, pero no la atendieron. La clasificaron mal, no con la prioridad que ameritaba, no le ven la gravedad al reporte”, aseguró Vega.
Esa trabajadora, a la que se le vencía el nombramiento este jueves, no se le extendió.