La Policía desarmó un fiestón que se tenían unas 20 personas dentro de un bar clandestino en La Virgen de Sarapiquí, Heredia.
Las autoridades recibieron una información confidencial que el local estaba operando sin permisos y cayeron de inmediato, la noche del sábado.
Los oficiales pararon la tomatinga; al llegar encontraron tirado a uno de los clientes en medio salón y totalmente borracho, según citó un boletín de prensa del Ministerio de Seguridad.
Las neveras estaban “fuleadas” de birras. Según el reporte de la Fuerza Pública había 168 botellas de cerveza y 16 botellas de otros licores.
Policías detuvieron al administrador del local, de apellido Guerrero, por la venta de bebidas alcohólicas sin contar con los permisos de funcionamiento.
A los clientes los identificaron y enviaron al Ministerio Público por irrespetar la orden sanitaria del Ministerio de Salud.