El pistolero misterioso que apareció de la nada para defender a una chancera y al sobrino en La Guácima de Alajuela, el miércoles anterior, es todo un dilema para el Organismo de Investigación Judicial (OIJ).
Hasta ahora, las autoridades no tienen detenido a ningún sospechoso de asesinar de tres balazos a José Armando Cortés, quien conducía la motocicleta y viajaba con otro hombre cuando amenazaron a la vendedora de lotería y al familiar.
Estos dos sospechosos si acaso habían recorrido unos 250 metros en la huída cuando este héroe anónimo los cerró a balazo limpio; Cortés recibió dos tiros en la espalda y otro en el brazo izquierdo, que le causaron la muerte de inmediato, mientras que su socio escapó por los potreros y permanece en fuga.
Agentes confirmaron que la trayectoria de los plomazos no coincide con la posición en la que se encontraban las víctimas del intento de asalto.
Incluso, los oficiales confirmaron en el sitio que ni la chancera, ni su sobrino andaban armados.
El joven que acompañaba a la vendedora de lotería recibió un tiro en la costilla izquierda y otro en el brazo izquierdo. Él sobrevivió al ataque.