La crisis humanitaria en la frontera con Panamá, al sur del país, empeora al sumarse aproximadamente 4.000 migrantes, en su mayoría venezolanos, que están varados en Paso Canoas sin dinero y con pocos alimentos.
Cada persona necesita $30 para pagar el bus de Tracopa, que los lleva a la frontera con Nicaragua, donde continuarán su travesía.
Sin embargo, la mayoría han gastado o perdido su dinero en la selva de Darién, entre Colombia y Panamá. En Costa Rica tienen pocas posibilidades de conseguir los ¢16.000 del pasaje y es más difícil cuando viajan familias enteras con sus niños.
El empresario Pablo Zúñiga alertó sobre la situación de los migrantes varados en Paso Canoas, donde las autoridades no dan abasto. También se reporta que ayudó a algunos con el dinero del bus y a varios niños les entregó comida.
Las alarmas ya habían saltado el 19 de setiembre del 2023, cuando se detectó un caso de tuberculosis y se habló de un brote.
No obstante, el Ministerio de Salud negó una cadena de casos e informó que a un afectado lo trasladaron al hospital de Ciudad Neily, donde recibe tratamiento. No se han confirmado más enfermos.
Las autoridades panameñas calculan que en lo que va del 2023 más de 385.000 personas han cruzado el Darién con la mirada puesta en Estados Unidos y alcanzar el ya tan conocido sueño americano.
El presidente, Rodrigo Chaves, conversó el tema con su colega estadounidense, Joe Biden, y ha dicho que Costa Rica no puede atender por sí sola este flujo de personas.