Andrey Cubillo Hidalgo se llenó la boca de Dios el día que asesinaron a su pareja Karolay Serrano Cordero, de 26 años.
Empezó a llenar su perfil de Facebook de mensajes religiosos el 12 de agosto del 2019, última vez que se le vio con vida a la joven, cerca de su casa, en La Milpa de Guararí, en San Francisco de Heredia.
Compartió algunas otras frases conforme pasaron las semanas y luego retomó las publicaciones espirituales cuatro días antes de que el Organismo de Investigación Judicial (OIJ) lo pegara en su casa, este jueves por la mañana, en el rincón de Ricardo, en San Pablo de Heredia.
De acuerdo con las declaraciones de Wálter Espinoza, director de la Policía Judicial, Cubillo se sintió presionado en deshacerse de Karolay cuando su novia descubrió el romance.
La joven, con quien el sospechoso mantenía una relación estable desde el 2015, sufrió una crisis de “pánico” ante el amorío que Cubillo sostenía con Karolay, quien por su lado, presuntamente también quería formalizar algo con él.
Esto puso al hombre entre la espada y la pared y decidió contactar a una menor, de 16 años, para que le ayudara a contratar unos sicarios que se encargaran de Karolay.
Así se puso en marcha un plan macabro la noche del 12 de agosto del 2019, cuando Cubillo llegó a recoger a la víctima en un Honda CRV blanco hasta La Milpa de Guararí, en San Francisco de Heredia.
Se la llevó engañada con el cuentazo de que compartirían con unos amigos en el sector conocido como Los Miradores, en Sacramento de San José de la Montaña, en las faldas del volcán Barva, Heredia.
Allí los esperaban dos menores, de 17 años, quienes cometieron el crimen. Aparentemente, los sicarios mataron a Karolay a balazos y ocultaron el cuerpo en un campo abierto.
Seis meses después de la desaparición de la joven madre de una niña, de tres añitos, el OIJ halló unos huesos humanos que serían de ella. El jefe policial precisó que en unas diez semanas se confirmaría si esos restos corresponden a la víctima, pero es altamente probable que así sea. Además, recogieron pedazos de cabello compatibles con el de la fallecida, un par de tenis y un pantalón de mezclilla.
En los operativos, los agentes decomisaron el Honda CRV blanco de Cubillo, donde buscarán rastros de sangre; además, recogieron celulares y ropa ensangrentada. Por este caso permanecen detenidas cinco personas.
Espinoza afirmó que Cubillo les pagó a los menores, de 17 años (uno de ellos acaba de cumplir 18 años), una suma cercana a los ¢50.000 a cada uno.