Horas después de que el gobierno declaró emergencia nacional por el brote de COVID-19 en el país la incertidumbre por lo que viene se trasladó a los supermercados.
¡Qué Torta! se dio la tarea de hacer un recorrido por al menos siete almacenes, entre Guadalupe, Tibás y Moravia, y comprobó que la mayoría de los parqueos estaban repletos; ni qué se diga del ingreso a comprar.
Por ejemplo, en el Pricesmart de Tibás había una fila de unas 50 personas esperando porque les abrieran la puerta de acceso. Un par de encargados de seguridad regulaban el paso.
Los consumidores buscan principalmente productos de limpieza, papel higiénico, toallas de papel y alimentos como arroz, frijoles, leche.
Algunos estantes lucían prácticamente vacíos y la espera en las cajas se hizo larga para más de uno.
Las grandes cadenas como Walmart y Pricesmart han limitado el número de artículos que puede adquirir cada usuario. En productos de limpieza se restringe en tres por factura y alimentos de la canasta básica en seis por factura.
Un detalle que llama la atención es que Pricesmart reconoce que mantiene un inventario bajo en ciertos productos como: leche, agua, frijoles, arroz, pasta, mariscos enlatados, papel higiénico y toallas de papel, productos de limpieza, desinfectantes y alcohol, jabón y detergente, productos de cuidado del bebé, para alivio del dolor, vitaminas y suplementos y guantes.
Las autoridades hicieron un llamado a la calma a la población.