*Por José Eduardo Mora
Especial de EL JORNAL para ¡Qué Torta!
Trascendió que el entrenador de la Sub-23, Douglas Sequeira, le hizo una invitación a Manfred Ugalde para que jugara en el torneo Maurice Revello –antes Esperanza de Toulon–, que representa un nuevo paso en falso para que se integre a la Selección Mayor.
Con el caso Manfred Ugalde podría darse un curso completo de cómo no se debe proceder en una negociación.
Una vez surgidos los puntos de conflicto, lo que procede es buscar elementos en común para enderezar el rumbo y en este asunto concreto se ha hecho de forma inversa por ambas partes.
A los dos les ha faltado categoría para negociar, en especial a la Federación Costarricense de Fútbol, que es el ente llamado a facilitar la concordia y asegurarse así de que los mejores jugadores conforman al combinado nacional.
En particular, la gestión del caso de Luis Fernando Suárez, hasta hoy, ha sido pésima. Se fue, por ejemplo, a suplicarle a Keylor Navas que jugara la Copa Oro, cuando la visita obligada era a Manfred Ugalde.
Este conflicto es tan puntual que, con un mínimo de madurez y un apretón de manos se hubiese acabado, pero parece que a la Federación no le interesa, desde ningún punto de vista, que el delantero vuelva a la Tricolor.
Una lástima, porque un jugador que está en un equipo como el Twente y en una liga de la categoría de la neerlandesa, justifican de sobra su presencia en el seleccionado.
Una mala gestión tiene como corolario resultados desastrosos y con el caso Ugalde está de sobra demostrado.
Periodista, escritor y comentarista. Premio Nacional de Periodismo Pío Víquez. Esta columna se publica a diario en FXD y EL JORNAL