Los grafitis que identifican las diferentes maras en El Salvador y que llenaban cada pared de las cárceles de ese país son historia.
Las autoridades giraron la orden de eliminar esos dibujos por un asunto de orden y limpieza que debe reinar en los centros penitenciarios como parte del plan de control territorial que impulsa el gobierno para atacar la criminalidad y bajar la violencia.
Por tal razón, los prisioneros pintaron las paredes para quitar cualquier símbolo que esté relacionado con alguna pandilla.
La medida también está relacionada con la eliminación de los mandos de estructuras criminales que ordenan asesinatos, asaltos entre otros delitos desde la prisión, algo que ha disminuido considerablemente desde que bloquearon la señal de celular.
“Seguimos poniendo orden, control y disciplina dentro de los Centros Penales, cumpliendo la orden del Presidente Nayib Bukele y del ministro Rogelio Rivas, borraremos todos los graffitis alusivos a pandillas dentro de todos los penales”, escribió el viceministro de Justicia y Seguridad Pública y director de Centros Penales, Osiris Luna Meza, en su cuenta de Twitter.