Vientos huracanados azotan San Salvador este fin de semana ante la presión extra que el presidente de El Salvador, Nayib Bukele, les metió a los diputados.
El mandatario apostó por una rebelión del pueblo ante el rechazo de los legisladores de hacerse presentes este domingo en el Congreso para aprobar un préstamo del Banco Centroamericano de Integración Económica (BCIE) con el objetivo de financiar la tercera parte de un plan de seguridad contra las pandillas.
Bukele convocó a los salvadoreños para que se presenten en la Asamblea Legislativa, presionen y exijan que se vote el proyecto.
“Los diputados están convocados por mandato constitucional el domingo para votar por la aprobación o no de esos fondos (…) la no asistencia de los diputados que conforman la Asamblea constituiría un rompimiento del orden constitucional”, tuiteó el presidente.
El préstamo del BCIE es de $109 millones y para ello Bukele les ordenó a los legisladores que celebren una sesión plenaria extraordinaria.
“Los diputados se presentarán este domingo para votar por el financiamiento para la fase 3 del Plan Control Territorial”, escribió Bukele y señaló que la decisión fue tomada por el Consejo de Ministros amparado en el artículo 167, numeral 7 de la Constitución de la República.
Tras la orden de Bukele, el presidente de la Asamblea Legislativa, Mario Ponce, convocó, a través de su cuenta de Twitter, a los parlamentarios para que se presentasen este viernes para tratar el tema de la financiación.
El préstamo no ha sido aprobado porque diputados de los opositores Frente Farabundo Martí para la Liberación Nacional (FMLN, de izquierda) y de la Alianza Republicana Nacionalista (Arena, de derecha), e integrantes de la Comisión de Hacienda, aseguran que el Ejecutivo no ha explicado con detalle en qué será ejecutado el dinero.
Dictador
Las formas que maneja el mandatario salvadoreño en su gestión han sido fuertemente criticadas y diferentes analistas políticos e incluso algunos parlamentarios ya le llaman “dictador”, porque aseguran que Bukele busca “entrometerse” en las decisiones de los órganos Legislativo y Judicial.
Bukele dijo que si los diputados deciden no asistir y “si alguien rompe el orden constitucional, el pueblo tiene el artículo 87”, en el que “se reconoce el derecho del pueblo a la insurrección, para el solo objeto de reestablecer el orden constitucional alterado por la transgresión de las normas relativas a la forma de gobierno o sistema político establecidos, o por graves violaciones a los derechos consagrados en esta Constitución”.
Con información de EFE y La Prensa Gráfica.