Las muestras de ADN que expertos de la Sección de Bioquímica del Organismo de Investigación Judicial (OIJ) extrajeron de un fémur les permitieron confirmar que los restos hallados en un botadero clandestino, en San Jerónimo de Cachí, en Paraíso de Cartago, son de Allison Pamela Bonilla Vásquez, de 18 años.
Así lo dio a conocer la oficina de prensa del OIJ a través de un comunicado.
“Esto se logró gracias a la cantidad y la calidad de la muestra de ADN que los expertos forenses extrajeron del hueso del fémur encontrado. Además de la poca presencia de factores que impidieran extraer una muestra de calidad y que se debieran realizar más análisis forenses a los restos encontrados”, indica el boletín.
Estos resultados se dan a conocer una semana después de que las autoridades recuperaron ese fémur en una búsqueda que reactivaron en el peñón donde Nelson Sánchez Ureña, único sospechoso detenido por el crimen, confesó que había lanzado a la joven.
En apariencia, el enfermazo estaba obsesionado sexualmente por Allison y habría abusado de ella la noche del 4 de marzo del 2020.
Sánchez Ureña manifestó a las autoridades, el 4 de setiembre anterior, justo cuando se cumplieron seis meses de la desaparición de la vecina de Ujarrás, que él la había asesinado.
Hace una semana cambió la versión y aseguró que agentes y fiscales lo torturaron con tal de que se echara la culpa.