La oleada de violencia en Costa Rica desborda las acciones que implementa la Policía para combatir la criminalidad.
El 2023 ya es el año más sangriento de la historia del país, con 682 homicidios, al 3 de octubre.
Y para hacerla redonda, el ministro de Seguridad Pública, Mario Zamora, reconoce que los recursos que disponen son tan limitados frente al surgimiento de más y más narcobandas en el territorio nacional que la contención es mínima.
El jerarca compartió algunas de sus inquietudes en la Comisión Especial de la Provincia de Heredia, en la Asamblea Legislativa, este lunes 2 de octubre.
“Hay más de 340 organizaciones criminales a lo largo y ancho del territorio nacional”, precisó Zamora, quien destacó que la institución cuenta con un número escaso de oficiales para un país como Costa Rica.
El ministro les explicó a los legisladores que ante estos antisociales, la Policía de Control de Drogas (PCD) tiene solo 207 efectivos y la Fuerza Pública unos 13.500: “Para poner el ejemplo en plazas similares, Panamá tiene 22.000 efectivos”.
Zamora indicó que se piensa incorporar 100 agentes a la PCD y en octubre se incorporaron 103 policías a la Fuerza Pública.
“Hemos pasado de 33, 35 bandas hace 10 años a 340 en este momento aproximadamente”, aseguró. Mientras tanto, en ese periodo se ha invertido lo mínimo, por ejemplo, en patrullas.
“El 80% de la flota vehicular actual tiene más de diez años de servicio”, recalcó Zamora. Datos del Ministerio de Seguridad señalan que hay 900 vehículos en funcionamiento, 600 fuera de servicio por problemas mecánicos y 400 en condiciones para dar de baja.
El jerarca reconoce que se mantienen muchos frentes abiertos, están escasos de mano de obra y cuentan con poco material tecnológico.
Para solventar estas deficiencias insistió en que se necesitan 2.000 efectivos adicionales en la Fuerza Pública, 1.000 vehículos, 700 agentes de la PCD e invertir en tecnología para administrar las imágenes de cámaras.