“¡Estamos vivos!”, agradeció un miembro del canal TC Televisión de Guayaquil, Ecuador, en un video en el que sale con dos compañeros más y relatan los momentos tensos que sufrieron, cuando 13 narquitos armados (jóvenes entre los 16 años y los 25 años) se metieron volando bala a un estudio de grabación.
El ingreso violento ocurrió pasadas las 2 p. m., hora de Ecuador (1 p. m., hora de Costa Rica) de este martes 9 de enero del 2024, cuando el comando burló los escasos controles de seguridad del medio de comunicación y repartieron plomazos a lo loco.
Un camarógrafo recibió un disparo en una pierna y a otro le fracturaron uno de los brazos.
La idea de los delincuentes era aprovechar que estaba al aire un noticiero para obligar a los presentadores que les dieran campo y enviar un mensaje amenazante a la población.
La mayoría de los empleados se tiraron al suelo, pecho en tierra, y quedaron paralizados.
“No queremos que esto se repita. Es momento de unirnos mucho más que nunca. Necesitamos paz. La Policía hizo un excelente trabajo”, mencionó uno de los voceros del canal.
La teleaudiencia estaba con el pelo parado viendo la transmisión. Nada más cierto que la ficción se convirtió en realidad.
La reacción del periodista José Luis Calderón le valió la admiración de la gente por manejar el asunto con nervios de acero.
“Esto es un hecho sin precedente alguno. Genera un espacio para la reflexión. Agradecemos las muestras de respaldo, agradecemos a Dios”, expresó Calderón.
Ecuador enfrenta la peor ola de violencia a manos de células del crimen organizado, que se pelean el dominio del tráfico de drogas en el país.
Las autoridades le declararon la guerra a estos grupos y la intervención del Ejército.
A los 13 narquitos que tomaron como rehenes a los trabajadores de TC Televisión los detuvieron.