Un fuerte sismo de 7,6 grados sacudió a México este lunes 19 de setiembre de 2022, la misma fecha del aniversario de dos violentos y devastadores terremotos y tan solo minutos después de un simulacro por este tipo de eventos.
Según el Servicio de Geología de los Estados Unidos (USGS por sus siglas en inglés), el epicentro se ubicó 42 kilómetros al norte-noroeste de La Placita de Morelos, Michoacán, a 10 kilómetros de profundidad.
El Servicio Sismológico Nacional de México lo registró a la 1:05 p.m. (12:05 p.m. hora de Costa Rica).
En un tuit del presidente de México, Manuel Andrés López Obrador, se informó que una persona falleció por la caída de una barda de un centro comercial en Manzanillo, Colima.
El 19 de setiembre ha marcado a los mexicanos, pues en esta misma fecha, pero en 1985, a las 7:17 a.m., un terremoto de 8,1 grados mató a casi cuatro mil personas, de acuerdo con las cifras oficiales, sin embargo, las estimaciones llegaron a 20 mil, e incluso 45 mil víctimas.
El movimiento más mortífero de México se localizó cerca en el océano Pacífico, en la costa del estado de Michoacán.
Cuando se cumplían 32 años de esa tragedia, el destino se vuelve a ensañar con México. El 19 de setiembre del 2017, un terremoto de 7,1 grados, a la 1:14 p.m. desata el pánico en la población, que se mostraba incrédula con lo que sucedía en una fecha tan dolorosa para ella.
El movimiento se desató entre los estados de Puebla y Morelos, a 12 kilómetros al sureste de Axociapan, Morales, a unos 120 kilómetros de la Ciudad de México.
Un total de 369 perdieron la vida.
Este lunes, 37 años después del primer terremoto y a cinco del segundo, las autoridades realizaron un simulacro y eligieron esta fecha porque ambas desgracias les han dejado muchas enseñanzas.
El ejercicio se realizó a las 12:19 p.m., considerando un sismo hipotético de magnitud 8.1 con epicentro a 42 kilómetros al noroeste de la Mira, Michoacán.
Tan solo 34 minutos después, un fuerte temblor real los sorprende y vuelve a abrir heridas en quienes han sobrevivido a los terremotos, y peor aún, en quienes perdieron a seres queridos en ellos.