El Organismo de Investigación Judicial (OIJ) detuvo a la mamá y al padrastro de una niña, de cuatro años, que apareció muerta dentro de su casa, en Tuetal Norte de San Isidro de Alajuela, como sospechosos del crimen.
La mujer es de apellido Mejía, de 34 años, y el joven es de apellido Herrera, de 18 años, de acuerdo con la información oficial que brindó la oficina de prensa de la institución.
La chiquita presentaba moretones en todo el cuerpo, tenía la nariz fracturada y un fuerte golpe en la frente, de donde se le veía una marca de sangre seca.
La pequeña había fallecido varías horas antes de que los cruzrojistas la atendieron; esto se afirma pues el cuerpito estaba rígido.
Algunos vecinos, que prefirieron mantener su nombre en reserva por razones de seguridad, manifestaron que los hermanitos de la niña y ella sufrían maltrato constante.
El Patronato Nacional de la Infancia (PANI) se llevó a dos menores y les brinda custodia.