Kimberly Torres Salas, de 27 años, iba caminando con su hijito, de 11 años, cuando los tomó por sorpresa una lluvia de plomazos en media calle en Villa Esperanza de Pavas.
La joven madre recibió un tiro en la mano izquierda, mientras que su pequeño sufrió un quemonazo en el estómago porque un disparo lo rozó.
Los dos se encuentran fuera de peligro, pero quedaron muy alterados; la muerte les pasó de cerca.
En el duelo a balazos asesinaron a Max Enrique Murillo Calderón, de 30 años, contra quien iba dirigido el ataque, y Daniel Alberto González Molina, de 26 años.
Entre los dos recibieron unos nueve disparos en diferentes partes del cuerpo como cuello, pecho y piernas. Murillo falleció al llegar a la estación de Bomberos de Pavas, mientras que González murió en el lugar.
De acuerdo con David Corrales, jefe de la Sección de Homicidios del Organismo de Investigación Judicial (OIJ), quienes fallecieron integraban un grupo criminal de la zona.
Murillo y González viajaban en motocicleta, cuando los interceptaron otros dos sicarios que también se desplazaban en moto y los rafaguearon a corta distancia.
Por este caso no hay detenidos. Los sospechosos se dieron a la fuga a toda velocidad.
Las autoridades atribuyen el doble homicidio a una disputa entre narcobandas.