*Por José Eduardo Mora
Especial de EL JORNAL para ¡Qué Torta!
Rodolfo Villalobos volvió de sus vacaciones paradísiacas en Europa y regresó con una abundante variedad de cuentos chinos.
Habló, una vez más, de cambio generacional y de problemas integrales. Es decir, no dijo nada relevante en la conferencia de prensa; lo único que dejó entrever es que sí se irá de la Federación Costarricense de Fútbol (Fedefútbol).
En su comparecencia con los periodistas, en Nueva Jersey, no fue capaz de responder a la pregunta de Josué Quesada, de Tigo Sports, de qué pasará si este martes 4 de julio del 2023 la Selección pierde ante Martinica. Esa fue la tónica de la conferencia: eludir preguntas difíciles.
En sus respuestas, Villalobos no asumió responsabilidades directas y se refugió en el Comité Ejecutivo, como si ese ente hubiese trabajado siempre de manera colegiada.
Cuando el nuevo fiscal de la Federación, Carlos Ricardo Benavides, llegó al cargo dijo que observaba que la gestión de Villalobos era muy presidencialista.
En fin, que Villalobos se presentó casi como un mártir, pues dijo que se había equivocado al haber aceptado al actual Comité Ejecutivo.
Dijo que con su partida de la Federación no se van a arreglar las cosas como muchos prevén, porque ahí han pasado situaciones controversiales a las que por el momento no se podía referir.
La comparecencia de Villalobos, en resumen, tiró muchos balones fuera y dejó pintado un panorama paradisiaco en la Fedefútbol, tan paradisiaco como los lugares de los que provenía de sus vacaciones, mientras la Selección trastabillaba en Copa Oro, a la espera de un milagro para que esta noche clasifique y maquille su pobre presentación en el torneo.
Muchos cuentos chinos. Y muchos balones fuera.
Periodista, escritor y comentarista. Premio Nacional de Periodismo Pío Víquez. Esta columna se publica a diario en FXD y EL JORNAL