Don Olman Valverde y doña Yorleny Cerdas lloran la partida de su hijo Relly Fabricio Valverde Cerdas, de 27 años.
Dos sicarios en moto lo fusilaron a pocos metros de la casa, en el caserío Garabito de Quircot, en San Nicolás de Cartago.
Le metieron un balazo en la frente y otro en una de las piernas, según precisó el Organismo de Investigación Judicial (OIJ).
Él iba en un carro junto con un amigo de apellido Calderón, de 29 años, a quien lo impactaron en las piernas.
El ataque ocurrió a las 9:50 p. m., de este jueves 21 de setiembre del 2023.
A Valverde y a Calderón los trasladaron al hospital Max Peralta. El hijo de don Olman y doña Yorleny expiró a las 11 p. m., en el centro médico.
Su muerte es la 657 por homicidio en lo que va del 2023, informó el OIJ. No representa un número cualquiera, sino una cifra histórica lamentable en la historia del país.
Significa que el 2023 ya es el más violento en Costa Rica y aún restan tres meses y una semana para que finalice.
A la víctima 657 la asesinaron por lo que se ha hecho una pésima costumbre: los enfrentamientos entre grupos del crimen organizado que ajustan cuentas con sus rivales.
El negocio del narcotráfico ha evolucionado de tal forma en el territorio nacional que la disputa del mercado y las vendettas tienen una fuerza descomunal.
Las tácticas y estrategias en seguridad han sido un fracaso y las autoridades aún no hallan la clave para combatir la delincuencia.
Los asesinos de Relly huyeron, tal como ocurre la mayoría de veces en estos casos.